sábado, 16 de enero de 2010

El golpe fallido de Cobos, Redrado, Magneto y el capital financiero internacional



por Alberto J. Lapolla*
15-1-2010
(Villa Gessell)


Un nuevo intento, destituyente

Cuando la situación política nacional parecía encaminarse a un mejoramiento de las condiciones macroeconómicas nacionales, luego del año de la peor crisis internacional que se recuerde desde el crack de New York de 1929. Crisis brutal en la que pese a todo y a diferencia de los países centrales, la Argentina logró crecer un 0.9 % durante 2009, cuando todos los agoreros de la City, esos economistas que no supieron prever siquiera el estallido de la Convertibilidad en 2001, y mucho menos pudieron siquiera entrever el estallido y colapso del modelo neoliberal a partir de setiembre de 2008, cuando Rusia invadió Chechenia, poniendo en evidencia que el monopoder norteamericano había terminado con sus papelones de Irak y Afghanistán, y que el petróleo y el gas del Cáucaso comenzarían a retornar más temprano que tarde a la Federación Rusa, abandonando a las destilerías yanquis e inglesas. Esos grandes gurúes de la City que claro, no pueden ver, lo que por un lado no quieren ver, pero por otro tampoco tienen las herramientas para poder ver lo que pasa, pues han suido educados en los parámetros inmóviles y falsos del neoliberalismo, como Pensamiento Único y las ideas neoconservadoras impuestas por Reagan, Tatcher, Milton Frriedman y el Consenso de Washingnton, hoy arrumbado en el arcón de los recuerdos pese a los nostálgicos de la cadena nacional opositora. Y claro, son ciegos ante la economía real pues la desconocen. En una reciente clase de postgrado que pude dar en la Facultad de Agronomía de la UBA, me sorprendí cuando al unísono los alumnos -Ingenieros Agrónomos recién recibidos- me contestaron que no era cierto lo que yo decía respecto de que hay una sola economía nacional y no una agraria y otra no agraria y que la Argentina debe recuperar su desarrollo industrial a través de la nacionalización de la renta agraria, junto a las demás rentas como la financiera, la pertrolera y la minera. Pero claro según enseña nuestra historia el tema para reindustrializar y redistribuir pasa por la renta agraria. Para mi espanto y del docente que dirigía el curso, los jóvenes agrónomos contestaron al unísono ‘que la Argentina no podía ser un país industrial pues ello iba contra el desarrollo exitoso del campo’. Cuando les pregunté de dónde habían sacado tamaña falacia teórica, me contestaron que se lo habían enseñado en al Facultad durante el apogeo del control ideológico sojero-monsantiano aun vigente. Baste como ejemplo del brutal deterioro intelectual que nos atraviesa como sociedad. Estos nuevos Ingenieros Agrónomos son ciegos para conocer su país verdadero y lo único que saben es regular dosis de siembra, altura de maquinarias y dosis de agrotóxicos para producir sojaRR forrajera, y otras técnicas, pero están absolutamente incapacitados para entender el país, su estructura económica y mucho menos para poder pensarlo y ¡Oh, Horror intentar cambiarlo, válgame Dios!. Cosa trágica si las hubiera. Si esto pasa en Agronomía de la UBA la situación en Económicas es similar, aunque luego de la crisis de 2001 y de 2008 han reaparecido voces discordantes respecto del Pensamiento Único y las alternativas al modelo neoliberal. Cuestión que de de hecho es lo que estamos haciendo en toda Indoamérica a través del reguero de de gobiernos nacional populares y revolucionarios que hemos sabido producir: acabar con el modelo neoliberal, recuperar el rol del Estado, recuperar la moneda, recuperar las reservas, liquidar la ‘independencia’ de los bancos centrales impuesto por el Consenso de Washington, aplicar políticas distributivas de resarcimiento social inmediatas y particularmente recuperando soberanías en todos los órdenes y reindustrializando nuestras naciones devastadas por veinte años de neoliberalismo.

El golpe financiero cobista, magnetista

El gobierno de la compañera Cristina Fernández había iniciado el año 2010 con una medida estratégica, estratégica para quien quiere mirar al país de verdad y no para quien quiere verlo en una nueva versión cipayo-oportunista hasta el hartazgo, como los amigos Palmera Solanas y Claudio Loenfermo, que nos vienen a decir que hay ‘derecha dentro del gobierno y afuera de él’. Vaya con la novedad, ¿acaso la CTA cuando se negó a participar de la rebelión popular del 19 y 20 de diciembre de 2001, pues según nos dijo el amigo De Gennaro: ‘estábamos apoyando un golpe de Estado de Duhalde contra un gobierno democrático’, refiriéndose al gobierno de la Alianza que nos estaba matando a tiros y acababa de lanzar la montada a azotar a las Madres de Plaza de Mayo. De Gennaro prefirió refugiarse en su oficina del Frenapo mientras nosotros hacíamos lo que había que hacer. ¿Acaso la CTA, De Genaro y su amigo Lozano no quedaron a la derecha de todo el pueblo entonces? ¿Y luego, ambos dos, no volvieron a quedar a la derecha al votar y apoyar a la SRA y CRA, cuando la 125? ¿O es qué eso tiene algo que ver con ‘ser de izquierda’ o del campo popular? Y si se me permite, lugar de derecha del que nunca mas volvieron, si uno toma en cuenta la crisis terminal que parece atravesar desde entonces la enflaquecida y deslucida CTA. La ‘centroizquierda’ debería cerrar filas contra un representante directo del poder financiero multinacional como Martín Redrado, ahora que el gobierno quiere deshacerse de él. Pero una vez más vuelven a jugar junto a la derecha, a secas, la derecha oligárquica, dictatorial y represiva, que busca denodadamente la contrarrevolución, o como señala más precisamente el compañero Kirchner, ‘la restauración conservadora’. La creación del Fondo del Bicentenario,para pagar al Club de París, reabrir el acuerdo con los acreedores que quedaron fuera del mayor quite de deuda que registra la historia capitalista mundial, realizada por el compañero Kirchner, sin duda abre una perspectiva de ordenamiento y crecimiento serio de la economía nacional, que era vislumbrado incluso por el conjunto de grandes sectores económicos, como una medida positiva. Bajaba violentamente las tasas de interés, el ‘riesgo país’, permitía al país y a las empresas volver al mercado mundial de capitales a tasas normales, y abría la perspectiva de hacer crecer la economía en 2010 en cifras cercanas al 5-6% anual, elevando el consumo, la circulación de la masa monetaria, el ahorro y la inversión internos. Todas cuestiones que por si sola no lo resuelve, pero que sin dudas habría mejorado sensiblemente la relación del gobierno con las clases medias, perdidas durante el conflicto con los rentistas sojeros. La derecha no podía permitirte tamaño éxito, con clara actitud antinacional -no hay que olvidar que Redrado es Redrado, es decir FMI-BM, Cobos y Morales son la Alianza, es decir cipayos de pura cepa y Magneto es socio de Videla, el FMI, y factotum del complejo sojero, principal enemigo de la reindustrialización de la nación. Pero también y a medida que el juicio por la identidad de los hijos robados por la señora Herrera de Noble avanzan, Magneto muestra su peor cara: queda claro que Magneto es Videla. Es decir el establishment con el respaldo del poder judicial que le es afín -una gran mayoría del mismo- unido a la oposición parlamentaria con el coro de corifeos de ‘centroizquierda’, que como siempre pasó en nuestro país, rápidamente se alían a la derecha real, hicieron todo lo posible para que aquella situación de crecimiento económico no ocurriera o por lo menos quedara trabada. Claro tienen un problema, pueden poner ‘palos en la rueda’, pueden hacer esta payasada de Redrado, Cobos y Sarmiento, pero como dijo el compañero Moyano ‘no nos van a correr con la vaina’. La derecha después del papelón del acto sojero del 10 de diciembre, donde apenas juntó unas 5000 personas, no está en condiciones de enfrentar en la calle una marcha conjunta de la CGT, la CMP, y demás movimientos sociales que pueden rápidamente movilizar varios cientos de miles en defensa del gobierno nacional y popular. Y acá se termina la historia del golpe palaciego de un mediocre como Cobos, que creyó que podía transformar lo de Redrado en una nueva 125, y terminó aliado de todos los poderes antinacionales haciendo bajar los bonos externos, encareciendo las tasas de interés y subiendo el riesgo país -si para algo sirviera-. En política los errores se pagan caro, es probable que cuando esta crisis de enero termine, no solo sea Redrado el que deba abandonar su cargo, Cobos tiene en este momento sus días muy contados. Claro, a excepción que el conjunto Palmera Solanas, Claudio Loenfermo, Miguel Malazzo y Humberto donde está, decidan salvarle la vida en función de sus espúreos acuerdos con el Coti Nosiglia, Suseñor Bergoglio y don Eduardo Duhalde a través de sus sirvientes incondicionales los muchachos del PCR, porque, compañero Lozano usted sabe que en Proyecto Sur también hay derecha y muy clarita.

Mirando más adelante

En realidad a medida que el intento destituyente se va desinflando, queda claro que la derecha necesitaba tapar de manera urgente la sucesiva oleada de papelones y mamarrachos realizados por Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires, y por Stornelli en la provincia, con su amada-maldita policía. Ambos hechos demolían el accionar teórico y político de la derecha y daba fuerte aire al gobierno Mamarrachos que en el caso de Macri, prácticamente lo han dejado malherido para toda opción política futura. A sabiendas que lo papelones realizados con Palacios, Ciro James, la UCEP y el increíble con Abel-Rex-Posse, no serán los últimos que el fascista Barrabrava de Barrio Parque nos tiene reservados. Baste decir que para un gobierno que basó su campaña en la ‘excelencia de la gestión contra el accionar de la política’, que una tormenta derribe 200 árboles destruyendo decenas de vehículos privados y destruyendo espacios públicos enrejados, muestra un grado absoluto de desconocimiento y descontrol ambiental y de pérdida de uno de los mayores patrimonios de la Ciudad Autónoma como lo es el arbolado urbano, en déficit desde hace décadas. Pero claro, si la política de Macri es cambiar las manos de las avenidas para favorecer a sus empresas de colectivos, congelar el trazado del subterráneo para que no compitan con sus colectivos, y principalmente echar pobres de la Ciudad -‘limpieza étnica’ la llamaron el espiado Rodríguez Larreta y el despedido Piccardo- seguramente no debe tener ni idea, que proteger el arbolado urbano es parte esencial del trabajo de un Jefe de Gobierno porteño, sobre todo si se tiene en cuenta que la Ciudad tiene un déficit de cerca de un millón de árboles y que su existencia no es solo decorativa u ornamental, sino esencial en el manejo del régimen hídrico de la Ciudad, en particular en las grandes tormentas. Pero claro como va a saber eso el ‘Ing.’ Macri, que hasta que empezó a hacer política confesó ‘que solo leía los suplementos deportivos de los diarios’. En fin, podríamos seguir, pero sí es cierto que Clarín y Cobos, necesitaban tapar rápidamente los mamarrachos a repetición realizados por el fascista Macri y no podían permitirle un respiro al gobierno. Así obraron en consecuencia, apoyados por parte del capital financiero multinacional, que no quiere que ningún país se desendeude, rompiendo la dependencia de la deuda perpetua. Es nuestra sensación que lo peor de la crisis pasó, pues Redrado no tiene resto y si bien Cobos quiere, el radicalismo no se va a suicidar junto con él.

La parte nuestra

Pero cabe una última reflexión para nuestros compañeros Néstor y Cristina. Tanto Cobos, como Redrado no fueron elegidos por nosotros para ocupar lugares en el gobierno nacional y popular. Sabíamos que eran parte del enemigo antiindustrial, antidistributivo y de recuperación de soberanías. Redrado en particular es un hombre del más puro neoliberalismo. Pero antes fue Prat Gay, que era lo mismo con el mismo olor. Ahora se habla de Blejer que es más de lo mismo. ¿Será que persistir en el error de ‘mesa chica’ es un rasgo recurrente del kirchnerismo? El país rebalsa de un inmenso movimiento popular que puede, quiere y debe, sostener y profundizar a este gobierno, pero para ello el gobierno debe abrir las manos, el juego, y dejar de jugar al síndrome del paranoico de confiar en los que lo van a traicionar y dejar de lado a los que lo van a apoyar. No es Blejer quien de be reemplazar a Redrado, sino Heller, Marcó del Pont, Wierzba, Calcagno o cualquier otro de los economistas del campo popular y no del establishment financiero internacional. Necesitamos gente del campo popular y no agentes del capital financiero internacional. Necesitamos no volver a equivocarnos creando nuevos enemigos por nosotros designados. No podemos dejar de señalar que gran parte de los enemigos y conjurados que enfrenta el gobierno nacional, han salido de sus propios errores y abandonos de acuerdos que debían haber sido vistos en mayor dimensión y extensión. Cabría preguntarse, si fue válido en Córdoba aliarse a Schiaretti, Urquía y al complejo sojero -al que pronto habrá que prohibir ante el desastre ambiental y de salud pública que provoca su acción depredatoria- para terminar siendo traicionados de la manera más abyecta durante el conflicto con los rentistas sojeros. ¿No habría sido más sano –y de paso evitar la ‘desprolijidad’ de las elecciones cordobesas- aceptar la alianza propuesta por Luis Juez y renovar ese PJ recalcitrante que abarca la cuenca sojera cordobesa, bonaerense y santafesina? Con respecto a Felipe Solá, más allá de su responsabilidad manifiesta en el delito sojero y en la depredación pesquera, ¿no hubiera convenido retenerlo, en lugar de regalárselo a la derecha? Y así de seguido. El gobierno atravesará dos años de intentos desestabilizadores permanentes y de todo tipo, pero lo mas complejo es que muchos de sus enemigos, son elegidos por el gobierno en algún momento como amigos, y a muchos de sus incondicionales quedan afuera del juego decisivo. Es imprescindible corregir esta situación para ganar el 2011, sino queremos ‘la restauración conservadora’. En ese sentido compartimos lo dicho por el compañero Kirchner, respecto de que el peronismo y la centroizquierda no pueden permitir la restauración conservadora, pero el gobierno tiene mucho que hacer para evitarlo. Lo principal: articular en un solo movimiento -abierto, plural, participativo, democrático- a lo mejor del PJ, a los Movimientos Sociales, a la CGT de Moyano, a los intelectuales de Carta Abierta, a todo el kirchnerismo no PJ, y a todos los que se quieran sumar para arribar al 2011, con un verdadero Frente de Liberación Nacional y no una lista amañada dentro de un PJ que termine votando a Duhalde o a De Narváez como nos pasó en el 2009. Y eso es esencialmente responsabilidad del gobierno y de las fuerzas que lo apoyamos. No nos van a correr con la vaina, pero para ello hay que tener las herramientas que lo impidan. Los avances del gobierno en 2009 y los triunfos de Evo y Mujica enloquecieron a la derecha regional, si además Piñera llega a perder en Chile, la belicosidad y virulencia del conjunto, Grupo Clarín-complejo sojero-represores-oposición política-grupos antiindustriales y neoliberales de la nación, será mayor. Hace unos días señalamos que el fantasma nazi, se ha corporizado cuando la irrupción simultánea de Posse, Menéndez, Astiz, Romero y luego el intento golpista de Cobos-Redrado. Si bien eso nos ayuda a verlo, también debe ayudarnos a medirlo, enfrentarlo y derrotarlo. Contamos para aplastarlo con la nueva época histórica americana que nos juega a favor, pero el gobierno debe hacer lo suyo abriendo el juego y la mano. Quiera el pueblo aplastar a los golpistas y cipayos de toda calaña impidiendo la restauración conservadora.



*Ingeniero Agrónomo e historiador,
Referente nacional de Soberanía y Liberación

Respuesta, movilización y propuesta




por Ariel Pascielli
Soberanía y Liberación
Enero 2010


La situación política que vive actualmente Argentina por sí, y como parte de la que transitan los gobiernos populares en América Latina, forma parte de los avances y retrocesos que imprimen actividad a los procesos históricos.

En este momento, y a raíz de decisiones estratégicas tomadas por el gobierno nacional y popular de Cristina Fernández de Kirchner, mediante dos Decretos-Ley de indudable encuadre Constitucional, se ha desatado un debate que enriquece a la sociedad política argentina, más por la información y atención que le brinde el pueblo, por el desenmascaramiento que se está produciendo mostrando quién es quién y qué interés defiende en el entramado político, económico, social y mediático de nuestro país.

La agenda del debate transita entre las facultades del Ejecutivo para remover al Presidente del BCRA, la judicialización de la política, la negociación de la deuda con los “holdout” (fondos Buitres), la disponibilidad de las reservas por parte del Ejecutivo, la autonomía del Banco Central, la legitimidad de la deuda, etc.

Esta es la agenda de impronta protodestituyente que quiere imponer la ultraderecha y el neoliberalismo, creando excusas y generando argumentos para sustentar el “golpe blanco” y continuar hondurizando Latinoamérica porque han advertido, hace ya tiempo, que el proceso de transformación que llevan adelante los gobiernos populares, con mayor intensidad o con paso más lento pero sostenido, está afectando muy seriamente sus intereses y el sistema al que pretenden sostener y darle supervivencia en el presente y para el futuro.

Parados en la vereda nacional, popular, reivindicadora del interés del pueblo argentino y latinoamericano, de la integración regional con independencia económica, soberanía popular y justicia social para la transformación histórica, nos cabe hacernos una pregunta frente a estos casos puntuales:
¿QUÉ HACER?

Movilizar todas las fuerza del campo popular para actuar y para discutir contundentemente los pasos a seguir, por cuanto, si tenemos conciencia donde está el enemigo solamente nos resta perfeccionar los planes, los planos y los plazos de ataque con decisión y criterio político para arrinconar al enemigo y no dejarlo resollar con el fin de desbaratar futuras acciones que posterguen o frenen los derechos que el pueblo gana con su lucha.

Las fuerzas sociales y los sindicatos se movilizan, juntamente con las fuerzas políticas, intelectuales, científicas, profesionales, académicas en la misma dirección y con los mismos objetivos.

Quienes no lo hacen que dejen caer su careta y se muestren como son.

Y el Gobierno, el oficialismo, debe sustentarse en esta movida tomando decisiones que desbarate la acción de los enemigos de todo pelaje.

En esta situación puntual es preciso decidir sobre las reservas del país, desechando los conceptos liberales y neoliberales que pretenden darle atribuciones intocables a los Bancos Centrales por sobre las decisiones de la voluntad popular, tal como ya en 1807 lo propulsaban los ingleses, lo afirmaron en 1936 con el tratado Roca-Runciman y lo consolidaron durante la dictadura con “Joe” Martinez Hoz en 1976 y en la década menemista con legislación impuesta por Cavallo.

Si Argentina es uno de los países fundadores del Unasur, y como consecuencia de ello, accionista por el aporte de 4 mil millones de dólares de Banco del Sur, el país debe depositar sus reservas, o gran parte de ellas, en dicho Banco y transferirlas desde Nueva York y desde Basilea a esta entidad bancaria de América Latina, obteniendo mejores intereses de los que está logrando en los mencionados centros financieros.

El compromiso de aporte de capital fue tomado por Argentina y el aporte debe salir de dos fuentes: el Presupuesto Nacional o lo que se llama “excedente” de las Reservas del Tesoro Nacional, que son herramientas de política económica que pertenecen a la voluntad popular ratificada en las urnas por elección transparente y sin dudas, en el 2007, para administrar el país cuyo Poder Ejecutivo es de signo y estructura Presidencialista, pese a que no lo quieran reconocer los opositores de toda laya, que pretenden hacer creer al pueblo que el Congreso Nacional, a partir de diciembre de 2009, puede y debe arrogarse funciones ejecutivas de gobierno.

Una medida de este tipo, con apoyo de la movilización popular integrada por los sectores ya nombrados, pondrá la agenda del debate en su lugar y evitará que el enemigo corra permanentemente el arco para dar lugar a actitudes ventajeras y de especulación, por cuanto no hay propuestas positivas y concretas para discutir por parte de la oposición, que signifiquen ventajas para el pueblo y acciones transformadoras que avancen sobre la realidad para mejorar el curso histórico del país y la consolidación de una sociedad más justa y equitativa.

Discutir, en este momento estratégico, la legalidad o ilegalidad de la deuda externa es como encerrarse en un laberinto a discutir el sexo de los ángeles, por cuanto su demostración real, palpable, demostrable, llevaría muchos años y representaría, una vez más, hacerle el juego a la derecha, al “status quo”, para que nada cambie y todo se mantenga sin transformaciones de fondo. HOY Y AQUÍ.

miércoles, 13 de enero de 2010

LA GOTA PREVISTA



por JORGE RACHID


Sin dudas en algún lugar, del país o del exterior, se está festejando el inicio del intento de desplazamiento del gobierno nacional, largamente anunciado por comunicadores y embajadas que responden a intereses que representan el proceso de concentración de las riquezas de los últimos 33 años de neoliberalismo, entre las dictaduras y los gobiernos atados a los dictados del Consenso de Washington.

Esa decisión fue tomada hace tiempo y sólo necesitaba de los elementos de decisión política permanentes en el ejercicio del poder. Esa decisión era y es avanzar en cada paso que dé el gobierno hacia la destitución por juicio político, la nueva marca registrada del “golpe blanco” de la administración estadounidense, ya probada en Honduras y en vías de ejecución en Paraguay.

Poco importa si es el BCRA, la ley de medios, el tema del fútbol por TV, la asignación universal o la re estatización de la aerolínea de bandera, todo sirve para esmerilar y deteriorar frente a la opinión pública con el poderoso instrumento de los medios de comunicación, transformando en delincuencial la imagen y los procedimientos de gobierno. Siempre está a mano la frase “atrapen al ladrón” que persigue el fin de que todas las miradas confluyan sobre el sospechoso, en este caso la demonización gubernamental, mientras las maniobras destituyentes corren en las sombras.

Sin dudas la falta de definiciones políticas de fondo, impiden una respuesta política masiva y popular. Perón cerró la etapa inglesa de la autonomía del BCRA, un estado dentro de otro estado, nacionalizando la banca y el crédito y colocando al mismo al servicio de los intereses nacionales, la producción y el empleo. Una medida así convocaría de inmediato a los indecisos y a los enredados en discusiones formales que esconden los intereses sectoriales que están llevando a una lucha fratricida a la Argentina.

Por ello, la confrontación debe ser de ideas claras y concretas, de proyectos de país, de formas de concretarlos con participación efectiva o contraposición también clara y consistente. Solamente esta clarificación de objetivos nacionales permitirá avanzar conociendo con certeza quienes están de acuerdo en uno u otro camino; quienes pueden sumar y quienes restarán; quienes ayudarán a construir y quienes destruyen, mas allá de los discursos, el centimetraje de los diarios o los minutos de apariciones en la televisión.

Para eso hacen falta definiciones por parte de quienes llevan adelante desde el Gobierno esta Política, aunque sabemos que en el poder no se hace lo que se quiere sino lo que se puede, pero es indudable que abrir las puertas, dar un debate de cara a la sociedad como se hizo con la Ley de Medios, con participación popular plena en todo el país, con movilización y definiciones técnicas en un marco político, es el único camino posible para sacar al debate de la simple pugna electoralista en el mejor de los casos y golpista siempre, que se está induciendo arteramente hoy.

Toda medida del gobierno será sospechada, mirada por el ojo de la cerradura por aquellos que solamente piensan en las candidaturas del 2011 y por quienes quieren ya el acceso a la llave constitucional del desplazamiento, para coronar al vice en sus esfuerzos de garantizar intereses “amenazados”, en algunos casos por simples competidores. No quieren nuevos jugadores en la cancha los que usufructaron el poder durante décadas llevando al pueblo argentino a sufrir vejámenes y privaciones que pretenden hacer olvidar, como si las consecuencias sociales todavía no se estuvieran pagando por toda la sociedad. No tiene el gobierno todavía claridad necesaria para evitar caer en el juego que le proponen, ni un marco estratégico definido donde apoyarse.

Sin dudas debe profundizarse el proceso de “deconstrucción” del neoliberalismo estructural para que se vislumbre el camino nacional. Deben contenerse los sectores que por exigir profundizaciones, golpean al gobierno por izquierda; los sectores del campo nacional y popular deben evitar incluirse alegremente dentro de la nueva unión democrática ; el Gobierno debe ampliar el sistema de alianzas y fortalecerse el peronismo militante recreando conducciones claras y de objetivos superiores a los electorales. Perón sufrió traiciones y deserciones, pero su amplia base de sustentación popular tenía no sólo liderazgo sino objetivos claros: la felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación.

De esa forma se podrá superar la maniobra del desplazamiento que llevaría a la Argentina a un abismo ya conocido y padecido.


JORGE RACHID
CABA, 12/01/10
jorgerachid2003@yahoo.com.ar

viernes, 4 de diciembre de 2009

EL GORDITO VA AL ARCO


por Ariel Pascielli

Cuando peloteabamos en la calle, muchos años atrás, la definición de poder jugar la tenía el dueño de la pelota que, generalmente, era un tronco, pesado, “el gordito” del barrio que no manejaba bien el esférico, como dirían los periodistas deportivos.

Pero para poder jugar había que pactar con el gordito, que generalmente aceptaba ir arco, aunque el equipo que se lo llevaba sabía que era un lastre que nos podía poner al borde de la goleada o quedarnos sin jugar porque el gordito se enojaba y se llevaba la pelota.

La llamada “centro izquierda” argentina lleva consigo las mismas premisas de la infancia y la adolescencia: quieren jugar a cualquier costa, aunque sea solo un ratito, y para lograrlo pactan con la derecha, la ultraderecha o los personeros de la dictadura militar y cualquier otra retahíla de servidores de los intereses del antipueblo.

No hay estrategia. Una acción táctica, sin pensamiento estratégico o al servicio del enemigo. Una victoria a lo Pirro.

Ya lo dijo Perón: “El año 2000 nos encontrará unidos o dominados”. Estamos en el 2010. Fuimos dominados por falta de unidad, y cuando se podría vislumbrar en Argentina, y en América Latina, salir de la dominación por acción política de los gobiernos que actúan desde el 2003, nuevamente el gordito está tratando de llevarse la pelota para hacerle el juego a la derecha, a la oligarquía y al imperialismo.

La actitud de la “centro izquierda”, hoy más que nunca ni en la izquierda ni en el centro pero más la derecha que la derecha misma, nos ha mostrado en la apertura de sesiones del nuevo esquema parlamentario, una actitud que ya había asomado durante el debate de la 125.

La estrechez de su pensamiento estratégico y la ausencia de sustancia ideológica la ha llevado a asumir posiciones detestables para el pensamiento nacional, popular, revolucionario y latinoamericano, por cuanto se han aliado a lo más rancio de la ultraderecha argentina, poniéndose al servicio del “golpe blanco” destituyente que están pergeñando basados en los hechos de Honduras.

Esto indica que se están aliando con quienes pretenden volver todo atrás, al año 2000, para volver al dominio oligárquico e imperialista.

Por ello, hoy es imperioso definir estructuras políticas para defender el modelo nacional y popular, para impedir el avance de estos sectores que hoy están acompañados por la mal llamada “centro izquierda”.

Cuando la izquierda pacta con la derecha, gana la derecha.




Ariel Pascielli
Diciembre 2009.

DETERGENTE “DERECHAZO”…


por Ariel Pascielli

,,, el mejor para el lampazo.
Mientras su vajilla se lava, limpia y brilla, descanse en su silla.
Detergente “DERECHAZO” elaborado por expertos en limpieza,
para que su vajilla brille en la mesa.
Detergente “DERECHAZO”.
No hay otro mejor para evitar un fracaso.

El análisis del mensaje publicitario reduce y sintetiza en un slogan, todos los estudios que exige el marketing para posicionar y desarrollar, con éxito, un producto en el mercado.

La síntesis de haber detectado o crear las necesidades del mercado y potenciarlas como el deseo de compra de una determinada marca, se vierten al mensaje publicitario.

Lo que no se tiene en cuenta, la mayoría de las veces, es la calidad intrínseca del producto, sus virtudes y su acierto sobre las necesidades del consumidor, que no tienen nada que ver con las apelaciones publicitarias. Esto lleva al éxito del lanzamiento y al fracaso de su reposición, mantenimiento y desarrollo del mercado.

Esta es la vía del fracaso del marketing, por cuanto no hay detrás expertos que lo hayan elaborado y porque demuestra, al no verse realizada la propuesta y concretados los beneficios que ofrece el producto, que es igual o peor que otros existentes.

Entonces el consumidor ya no cree en ese ofrecimiento y vuelve a buscar un producto que lo satisfaga, aunque pueden sobre existir una cantidad de clientes que lo sigan utilizando.

El ciclo del producto se va cerrando lentamente cuando el consumidor comienza a descreer en el, pero siempre queda un remanente del mercado que se acostumbra, se beneficia y persiste con el.

Y en el marketing político se emplea la misma metodología con candidatos creados desde cero, “nuevos”, “alejados de fracasos políticos anteriores” o “persistentes y tradicionales”, que hay que mostrarlos como constante de lo que se pretende cambiar.

Y siempre hay un exitoso “marketinero político”, con éxitos electorales a cuesta en cualquier otro país, que puede fabricar un determinado producto (candidato) que reúna condiciones mínimas para ello.

Análisis de acción estratégica para un producto (candidato)

Para identificar la situación y quién es la competencia dominante para la definición de estrategias y las futuras acciones a desarrollar, analicemos cómo y por qué surge un candidato y un partido para lograr éxito en el marketing político.

Ese personaje es el producto Macri y ese partido es el PRO y todos sus aliados. Haremos un ejercicio muy simple de su posicionamiento y segmentación, para no extendernos demasiado.

Identificación del producto: MACRI:

1.No es un político tradicional.
2-Es un empresario “exitoso”, dueño de “considerable fortuna que no necesita de la clásica corrupción de los políticos para enriquecerse”
3-Proviene de una familia con buenas relaciones con el poder económico, con lo cual representa una ventaja para el hombre común que en el imaginario se puede encarnar en su piel
4-Es presidente del club de fútbol más popular de la Argentina, exitoso, con una camiseta en la que resalta el color amarillo a ser usado como bandera político-institucional en el asalto a la Ciudad
5-Su “éxito” empresarial lo tuvo por los equipos que lo acompañaron siempre y que lo acompañarán en el gobierno

Segmentación:

1-La estructura social de Buenos Aires, a grandes rasgos, la dividen los propios habitantes entre la “gente como uno” y los otros
2-La gente como uno, es GENTE, son VECINOS, los otros son habitantes que no merecen ese status por lo cual éstos están en un lado y el pueblo, lo popular, la poblada, los piquetes están en otro. Por eso el mensaje de Macri y del PRO va dirigido a la GENTE y a los VECINOS

Posicionamiento:

1-Se identifica con el self made man de éxito, muy buena educación en establecimientos secundarios privados de prestigio y alto costo
2-Viene de la empresa privada, del mercado, de la libre empresa, de los negocios
3-Sus futuros seguidores desean también, para sí, el éxito individual de éste representante
4-Es Mauricio, como si fuera nuestro amigo o nuestra relación amistosa.

En fin, podríamos seguir con la identificación del producto, con la segmentación, con el posicionamiento pero no vale nuestro trabajo dedicarle más tiempo. Simplemente representa, está identificado, con el poder económico concentrado que pretende sojuzgar al pueblo de la Ciudad.

Pero, ¿cuando comienza la declinación?, igual que el detergente “DERECHAZO”.

Cuando el candidato prefabricado para ganar no tiene capacidad para gobernar, no tiene los expertos que lo acompañan, no tiene los equipos prometidos, no tiene planes, no sabe hablar, sus promesas de realización no se cumplen, sus manejos torpes lo demuestran timorato, sus marchas y contramarchas desorientan a sus propios seguidores y sus “obras” son maquillaje sin sentido de lo que se ve y no resuelve los problemas estructurales como había prometido, el mercado consumidor descree del detergente “DERECHAZO” y comienza la caída de ventas en la primera prueba a que lo someten (elecciones Octubre 2009), cuando su candidata estrella, Michetti, con todo el apoyo pierde un porcentaje muy importante de su caudal electoral logrado con estrategias de marketing electoral.

Y queda en evidencia total cuando su especialista en marketing, el ecuatoriano Duran Barba, declara públicamente que el producto inventado para la contienda electoral: “no tiene mucha experiencia en la política real”

Pero no olvidar, tener memoria, la baja de ventas del detergente “DERECHAZO”, no significa que desaparezcan los subproductos.


Ariel Pascielli,
Soberanía Y Liberación, Cabildo Abierto Capital

Noviembre 2009

miércoles, 4 de noviembre de 2009

OCTUBRE Y NOVIEMBRE NACIONALES Y POPULARES


por Ariel Pascielli




Son los meses de pronunciamientos nacionales y populares en Argentina y, según el calendario gregoriano, el tiempo en el cual el proletariado ruso, comandado por los bolcheviques, tomó el Palacio de Invierno en San Petesburgo cambiando el curso de la historia de la humanidad.


Octubre tiene el significado nacional, popular y transformador por la impronta que las masas populares argentinas irrumpieron con fuerza arrolladora en el escenario político para trasnformar la sociedad y recuperar la independencia política, la justicia social y la soberanía nacional.


No abundar sobre el 17 de Octubre de 1945 realza su gesta por cuanto el pueblo rescató su fuerza activa en la historia y para ello no se necesitan palabras que lo ensalcen y lo potencien, porque la realidad es la única verdad.


Octubre del 2009 nos hace vivir el momento justo en el cual "la Ley de Comunicaciones Audiovisuales, le ha devuelto al pueblo argentina la palabra al establecer que la Comunicación Social es un derecho humano".


"Una Ley que fortalece la democracia, el federalismo y que fue votada en el Congreso por mayorías contundentes", luego de largos y nutridos debates a lo largo y a lo ancha de todo el país, con amplia participación popular, académica, universitaria y especialistas y entidades del sector que introdujeron más de cien modificaciones al proyecto original del Poder Ejecutivo, que también había tomado orientación y opinión de todos los sectores, elaborados durante más de cinco años y luego de haber visto frustrados, por más de veinte años, muchos proyectos parlamentarios por acción directa o indirecta de sectores hegemónicos y monopólicos que pretenden hacer valer "derechos adquiridos" cuando en realidad son "derechos apropiados". Irregularmente.


Otro paso que recupera la Soberanía Nacional y Popular, porque recuperar la palabra es volver a tener creatividad, porque la palabra genera libertad y expresa las ideas.


Otra gesta histórica del pueblo argentino.


Pero, como en aquél 45, la derecha ha puesto, y sigue poniendo, toda la carne en el asador para detener las reivindicaciones populares.


Más allá de todas las presiones mediáticas que utilizó durante el proceso de aprobación parlamentaria del proyecto de Ley, sigue utilizando esos medios para intentar cambiar todo lo hecho con el objeto de defender sus espurios intereses.


Intentan involucrar a los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para abrir camino a la idea destituyente, que ya han transitado un año atrás sin ningún éxito, conectando al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para sondear posiciones de apoyo a esta pretendida acción.


En Noviembre, están desarrollando una campaña mediática de falsas acusaciones a las organizaciones sociales, de posesión de armas; están organizando una reunión de la asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa, conocida por sus siglas SIP, cuyos rimbombantes objetivos atienden a la "defensa de libertad de expresión", ocultando sus verdaderos objetivos de defensa de la "libertad de hegemonía y monopolio para garantizar sus espurios negocios y de dominación cultural, política y social".


Vienen a reunirse a Buenos Aires para exigir la derogación de la Ley de Medios Audiovisuales, atentando contra la soberanía nacional y popular, que dictó esa norma por una contundente mayoría parlamentaria, luego de ser discutida ampliamente a lo largo y a lo ancho del País, tal como lo comentamos en los primeros párrafos de esta nota.


Por eso los rebautizo: Superestructura Interempresaria Periodística


La derecha, esta circulando un mail convocando a la marcha de las velas para el primero de noviembre, con fundamentos que incitan a la reacción consolidando una falacia de miedo al pedir más seguridad nacional a través de un mensaje "desesperado" por cuanto aducen que los están matando a todos, que están matando a sus hijos y, en alguna versiones, convocando a la acción de las fuerzas armadas y de seguridad.


Se anotan de esta forma en el ambiente destituyente.


Pero, además, tratan de introducir de rondín, a través de un artículo de Martín Caparrós ("Adiós a las armas", Crítica, 23.10.09) un tema para promover la discusión sobre la necesidad de existencia de las fuerzas armadas ante la falta de "hipótesis de conflicto".


Caparrós, tildado como progresista por algunos, seguramente no ha pensado lo delicado de la situación política para discutir públicamente este tema, y su alta calidad intelectual no condice con un pensamiento político estratégico ni su pensamiento político está fundamentado sobre dicha capacidad.


Pero en este momento, tal vez incite a la derecha a mostrar a los soldados que se está frente a su probable desaparición como tales, convocando a una reacción al estilo de la derecha hondureña y los intereses del imperialismo.


Pero estamos en Noviembre y el pueblo no teme de por sí a este tipo de campaña, que puede confundir a algunos pero alimentan la actividad de la derecha.


Noviembre nos remite a recordar una gesta popular por cuanto el 20 de ese mes se conmemora la afirmación de la soberanía nacional, aniversario de la gesta de la Vuelta de Obligado cuando se enfrentó y venció a las fuerzas imperiales conjuntas inglesas y francesas.


El pueblo está actuando fuertemente para la concreción del modelo nacional, popular, transformador con desarrollo y arraigo en la Patria Grande latinoamericana y como el grito enardecido de los republicanos españoles, también elevamos fuertemente la consigna:


¡¡¡NO PASARAN!!!


Por todo eso, y muchas más cosas insertas en la memoria del Pueblo, Octubre y Noviembre son los meses de afirmación de la Soberanía Nacional y Popular.



Ariel Pascielli
Octubre/Noviembre 2009

miércoles, 9 de septiembre de 2009

LAS MASCARAS SIN ROSTRO


Un artículo de JORGE RACHID
CABA, 7 DE AGOSTO DE 2009-09-07
jorgerachid2003@yahoo.com.ar


Los egipcios las colocaban sobre los rostros de los muertos en las mortajas para representar el ser viviente, una lógica mortuoria; antes, los chinos las usaban para evocar sus leyendas y epopeyas épicas, aquí la lógica era mística. Los griegos en sus teatros las usaban para representar situaciones y personajes que trasladaban actuaciones de los artistas verdaderos, ocultos tras ellas, en una lógica representativa. En la época medieval, las usaban a las máscaras para ocultar las intenciones en las fiestas, donde evitaban comprometer a los protagonistas, en una lógica pudorosa. Los pueblos originarios las usan aún hoy para evocar epopeyas pasadas ya mitológicas o historias reales representadas en ceremonias identitarias, en una lógica religiosa. Ahora las máscaras, en nuestro país no tienen rostro detrás ni evocan situaciones, sólo sirven de escondite a quienes pretenden proteger sus intereses sin dar la cara: es una lógica cobarde y ocultista.
Muchas cosas se discuten hoy en la Argentina. Algunas forman parte de nuestra hipoteca social con un pasado que se prolonga en este presente con pobreza y marginalidad social, que debemos saldar como elemento central de cualquier acción política-estatal. Sin embargo los embates y reclamos de dicha solución llegan de la mano alzada y enérgica de quienes fueron capaces de ignorar el daño social producido por el rigor monetarista neoliberal desde los ‘76 hasta el 2001, con un desprecio absoluto por la vida, los bienes, la calidad de vida y los proyectos y sueños de millones de argentinos desplazados de la pirámide social, arrojados al fondo de la historia e ignorados por los que lograron permanecer en el sistema, tolerando condiciones humillantes de trabajo, congelamientos salariales, desplazamientos laborales, injusticias legales y todo aquello que posibilitó una situación de desempleo masiva y control absoluto empresarial-mercadista, con un Estado ausente.
Esas máscaras, titulares de medios y agendas preparadas repetidas sin cesar, que nadie se pregunta qué esconden, porque se verían los rostros que no se quieren ver –por ser protagonistas de esa historia de dolor y muerte–, son las mismas que desde otro lugar claman por la diversificación de los medios de comunicación y su democratización. No quieren nuevos actores, no quieren que otros marquen la agenda nacional, se oponen al avance de la tecnología, refieren modelos autocráticos para defender sus intereses, cuando en nuestro país funcionan a pleno las instituciones de la democracia y el republicanismo.
Usan máscara de todo tipo sin tapujos, echando versiones distorsionantes sobre los alcances de un proyecto de ley en discusión en el Congreso de la Nación. Los mismos que no dudaron en saludar las dictaduras ni elogiar los golpismos de Kissinger en Chile, ni la bordaberrización del Uruguay, ni los asesinatos de colegas periodistas en la Argentina.
Es más, muchos de esos rostros escondidos siguen escribiendo, dando cátedra sobre los manejos democráticos que se deberían tener para ser un país serio y responsable, con “seguridad jurídica”, para poder recibir de brazos abiertos las inversiones “solidarias” del capital financiero internacional.
Esas mismas máscaras que esconden la hipocresía, el engaño, el poder detrás del amparo democrático, acostumbradas a operar desde las sombras, con favores y contribuciones, intentan desnudar cualquier signo opositor a sus designios utilizando la calumnia y la difamación a través de sus cadenas informativas creando un consciente colectivo de corrupción y caos como lo describe con precisión Naomí Klein en su libro “Teoría del Kaos”, con informaciones detalladas desde el centro mismo del poder mundial. Esto es el Grupo de los 8, los organismos financieros internacionales, los grandes medios de comunicación social al servicio de una globalización financiera e informativa de fines determinados.
Así escuchamos y leemos que este conjunto de situaciones es peor que la dictadura del 76, que se intenta cercenar la libertad de expresión, que estamos en situación terminal, que el gobierno no llega al 2011, que la pobreza está en situación límite, que la actualidad social es peor que en el 2001, que no se pueden pagar los vencimientos de deuda, que se deberán emitir nuevos patacones, que el enriquecimiento de los funcionarios es escandaloso, que el país es un desastre, que las provincias están en colapso, que el mundo nos ignora, que los demás son mejores y entienden lo que pasa, que los mercados están cerrados para nosotros, que no tenemos financiamiento externo, que nadie nos compra ni nos vende, que no somos respetados, que necesitamos orden, que necesitamos mano dura y seguridad, que la droga viene de arriba, que estamos atados a Chávez, que los bolivianos nos venden gas caro y lo vendemos a Chile barato, que el plan energético es lamentable, que dejamos que hagan con nosotros lo que quieran, que tenemos fútbol pero no comida, que compramos Aerolíneas para salvar a los españoles, que los gremios de la CGT hacen lo que quieren, que el gobierno no tiene poder , con faltas de respeto y agravios constantes al Ejecutivo Nacional, que los empresarios están preocupados, que las Cámaras están pidiendo igual que el sector llamado “campo”, que se vayan, en una catarata que podría seguir sin que nos demos cuenta que sólo defienden un interés: el económico corporativo- empresarial, detrás de mil máscaras informativas.
Los argentinos venimos de experiencias de dolor y de situaciones límites. Estamos acostumbrados como pocos pueblos del mundo a atravesar crisis y sabemos que todas ellas tienen un porqué: la preservación de intereses concretos. Todavía hoy lamentamos el golpe del 76 cuando la economía estaba florecida, los trabajadores con salarios dignos y las condiciones del país eran interna y externamente óptimas. Pero necesitaban un golpe de Estado para desmontar el Estado de Bienestar, la excusa la guerrilla, pero el fondo era el plan de ajuste. Necesitaban consolidar la experiencia a futuro, por eso la irrupción del terrorismo de Estado que permitió la matanza y el genocidio.
Mano de obra barata a partir del terror sobre las comisiones internas de delegados y flexibilización de leyes laborales, el estado de emergencia lo exigía. Los medios aplaudían, los patrones también, ahora había paz –de los cementerios–, pero paz al fin saludada por el sistema en pleno. Los rostros oscuros del dolor no aparecían, sólo un grupo de madres valientes puso el pecho. “Las locas” las denominaron con desprecio el poder y los medios. Los subversivos eran los obreros que pedían condiciones justas de trabajo. Quienes no aceptaban las reglas de juego eran tratados como enemigos; cientos de empresas fueron malvendidas por la extorsión, el apriete y la persecución con tortura incluida. Ahí están las Chacras de Coria en Mendoza, entre otras, obtenidas bajo tormento.
La apertura democrática se dedicó a la cosmética administrativa y la profundización del diseño neoliberal. Cualquier conato de rebeldía era atacado por el discurso único dominante. Así le fue al ministro Grinspun cuando pretendió poner límites al FMI, eyectado. Cuando las privatizaciones fueron direccionadas a Europa en vez de EE.UU., vino Todman y los medios a tomar cartas en el asunto. Fuimos al Golfo con tropas, aparecieron las AFJP, las ART, las prepagas, las escuelas express, nos endeudamos como querían, rematamos las empresas del estado, hicimos los deberes para que el mundo nos aclamara, junto a los virreyes y los medios de comunicación aplaudiendo, mientras millones de compatriotas orillaban el hambre y la desesperación del sin destino. Nos apropiamos de los fondos de los jubilados, les bajamos las pensiones, congelamos los salarios y todo estaba bien, ni una crítica, ni un comentario, ni una diatriba contra los gobiernos de turno. El rumbo era el correcto, el pedido dentro de las reglas del juego del mercado por el Consenso de Washington. Estábamos en el “primer mundo”, donde la frivolidad reemplazó la decisión estratégica, donde la mano de plástico y la sonrisa hipócrita se vendió mejor que las conductas y los ideales. Las soberanías son negociadas en los tratados internacionales con los poderosos y aquellos que se niegan a ese camino son estigmatizados, condenados, vilipendiados, calumniados y difamados por los operadores mundiales del “deber ser”, de lo “políticamente correcto”.
Las máscaras pueden seguir escondiendo la verdad, pero no van a poder esconder sus intenciones mucho tiempo. La democracia es tensión de intereses y cada uno sabe donde se ubica en la contienda; el consenso es el pacto que congela situaciones injustas. Se puede negociar, claro que sí, pero hacerlo en condiciones de extorsión no es negociar; plantear verdades absolutas no es pedir, es exigir y la comunidad organizada requiere de un Estado que vele por los intereses del conjunto, no de un sector sobre el resto.
Consolidar leyes de las dictaduras, mantener el formato estructural neoliberal económico-financiero, volver a ser un país de commodities sin valor agregado, es definir un país al que le sobran 20 millones de argentinos. Que lo digan quienes lo quieren, entonces lo discutimos; pero no se puede reclamar por la pobreza y negarse a entregar parte de la renta extraordinaria de la tierra, no se puede decir que debemos tener una nueva ley de medios pero no es el momento de discutir; en definitiva no se puede intentar construir un país más justo cuando las actitudes son corporativas y empresariales, desconociendo la necesidad de afianzarnos como Nación y dejar de despreciarnos entre nosotros como argentinos.
Las máscaras seguirán su curso sinuoso sin mostrar su verdadero rostro, porque en la exposición anida su debilidad. Son los mismos rostros de siempre, ni siquiera reciclados, capaces de apoyar masacres en nombre de la libertad y la democracia; los que defendieron la postergación indefinida de las necesidades en función del crecimiento en la famosa teoría del derrame, los que desmontaron la solidaridad social para construir el exitismo individualista y perverso de la cultura dominante desde el 76, quienes con pensamientos eurocentristas o con relaciones carnales desconocieron los fundamentos de la identidad nacional, quienes siempre están planteando la reconciliación después de posicionarse desde la violencia institucional.
Quienes apostamos a reconstruir la Nación lo hacemos sobre la base de la verdad y la justicia, no desde la ideología; los peronistas la tenemos y la exponemos, convocando desde los buenos seres humanos hacia delante, pero sin ser ingenuos con los especuladores y codiciosos, los fanáticos y oportunistas forjados en estos años de destrucción del ser nacional. A los dueños de la racionalidad y de los buenos modales, les decimos que no somos dueños de nada más que de nuestros sueños y esperanzas de una Argentina más justa, más libre y más soberana, con un compromiso inclaudicable junto al pueblo y una vocación de servicio militante.