viernes, 4 de diciembre de 2009

EL GORDITO VA AL ARCO


por Ariel Pascielli

Cuando peloteabamos en la calle, muchos años atrás, la definición de poder jugar la tenía el dueño de la pelota que, generalmente, era un tronco, pesado, “el gordito” del barrio que no manejaba bien el esférico, como dirían los periodistas deportivos.

Pero para poder jugar había que pactar con el gordito, que generalmente aceptaba ir arco, aunque el equipo que se lo llevaba sabía que era un lastre que nos podía poner al borde de la goleada o quedarnos sin jugar porque el gordito se enojaba y se llevaba la pelota.

La llamada “centro izquierda” argentina lleva consigo las mismas premisas de la infancia y la adolescencia: quieren jugar a cualquier costa, aunque sea solo un ratito, y para lograrlo pactan con la derecha, la ultraderecha o los personeros de la dictadura militar y cualquier otra retahíla de servidores de los intereses del antipueblo.

No hay estrategia. Una acción táctica, sin pensamiento estratégico o al servicio del enemigo. Una victoria a lo Pirro.

Ya lo dijo Perón: “El año 2000 nos encontrará unidos o dominados”. Estamos en el 2010. Fuimos dominados por falta de unidad, y cuando se podría vislumbrar en Argentina, y en América Latina, salir de la dominación por acción política de los gobiernos que actúan desde el 2003, nuevamente el gordito está tratando de llevarse la pelota para hacerle el juego a la derecha, a la oligarquía y al imperialismo.

La actitud de la “centro izquierda”, hoy más que nunca ni en la izquierda ni en el centro pero más la derecha que la derecha misma, nos ha mostrado en la apertura de sesiones del nuevo esquema parlamentario, una actitud que ya había asomado durante el debate de la 125.

La estrechez de su pensamiento estratégico y la ausencia de sustancia ideológica la ha llevado a asumir posiciones detestables para el pensamiento nacional, popular, revolucionario y latinoamericano, por cuanto se han aliado a lo más rancio de la ultraderecha argentina, poniéndose al servicio del “golpe blanco” destituyente que están pergeñando basados en los hechos de Honduras.

Esto indica que se están aliando con quienes pretenden volver todo atrás, al año 2000, para volver al dominio oligárquico e imperialista.

Por ello, hoy es imperioso definir estructuras políticas para defender el modelo nacional y popular, para impedir el avance de estos sectores que hoy están acompañados por la mal llamada “centro izquierda”.

Cuando la izquierda pacta con la derecha, gana la derecha.




Ariel Pascielli
Diciembre 2009.

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