sábado, 31 de enero de 2009

Holocausto y limpieza étnica.



por Francisco A. Álvarez




Israel nunca ha cumplido resolución alguna de la ONU que lo involucre, ni siquiera la de su fundación, a pesar de que la invoca tendenciosamente como argumento para legitimar su existencia.


A pesar de que Washington utilizó decenas de veces el veto para maniatar al Consejo de Seguridad, Israel no cumplió más de cincuenta declaraciones que procuraban en vano frenar “la adquisición de territorios mediante la guerra” (1967) y detener su expansionismo artillado denunciando que «..la política y las actuaciones de Israel de establecimiento de asentamientos en los territorios palestinos y árabes ocupados desde 1969 no tienen validez legal y constituyen un serio obstáculo para la consecución de una paz justa, global y duradera en Oriente Próximo» (1979). En otras palabras, Israel se ha burlado sistemáticamente del organismo que posibilitó su existencia.


1) A la luz de los organismos internacionales sus acciones son claramente ilegales.


Tenemos así un estado que se apropia por la fuerza de territorios que no le pertenecen, que masacra a la población civil con metralla y fósforo blanco, que encierra en guetos y prisiones infectas a los palestinos, que tortura hasta la muerte a los “prisioneros de guerra” (¿qué guerra con 13 muertos de una lado y más de 1500 del otro?) y que – oh, curiosa tentación de la historia a las repeticiones – todo lo hace en nombre de un pueblo superior. ¿Que nunca dijeron tal cosa? Veamos, ¿no sostiene el sionismo que el judío “es el pueblo elegido de Dios?” ¿Pondremos en duda la sabiduría divina suponiendo que El no elegiría a los mejores? Y según el diccionario de la RAE mejor es: “superior a otra cosa en bondad y que la excede en una cualidad natural o moral”. Por si alguien se horroriza, y no pienso en los compañeros de SYL, es bueno recordar que en diciembre de 1948 el New York Time publicó una carta abierta escrita por Albert Einstein, Hannah Arendt, el rabino Jessurun Cardozo y 26 destacados intelectuales judíos estadounidenses, donde ya en esa fecha advertían del peligro que suponía la ideología sionista a la que relacionaban con el fascismo y el nazismo

2) Justifican su barbarie con los mismos argumentos que han utilizado otros estados terroristas de triste memoria.


Volvamos a lo que sosteníamos al comienzo de esta nota y quizá podamos entender mejor por qué es el criminal accionar de Israel el que fogonea el supuesto antisemitismo que tanto preocupa a ciertas organizaciones de la colectividad judía en la Argentina, que se espantan por la cruces esvásticas pintadas cerca de la AMIA – y está bien que lo hagan – pero guardan un silencio ominoso sobre los cientos de niños palestinos incinerados por la soldadesca israelí.


No cabe sorprenderse mucho ante tanta sensibilidad selectiva, cuando Menahen Beguin (premio nóbel de la paz de 1978) se refirió a la masacre de Deir Yassin, en la que más de dos centenares de palestinos fueron masacrados, mutilados, saqueados, vejados y arrojados en fosas comunes, de esta manera: “No sólo la matanza era justificada, sino que no hubiera habido Estado de Israel sin la victoria de Deir Yassin” (SIC).


En 1947 la ONU decide dividir el territorio de palestina y crear dos estados (uno judío y otro palestino) y poner a Jerusalén bajo custodia internacional.


Inglaterra se propone abandonar el protectorado que ejercía sobre Palestina el 15 de Mayo de 1948. Un día antes, el 14 de mayo, Ben Gurión, adalid del sionismo, declaró la formación del estado de Israel. Luego vino la expansión armada sobre territorios árabes y palestinos con variadas excusas, preferentemente contar con fronteras seguras ante la “agresión” de los terroristas y es bueno recordar que así fueron calificados ayer Al Fatah y la OLP y hoy lo es Hamas. Mal que les pesara a los sionistas no les quedó más remedio que aceptar al demonizado "terrorista" Yasser Arafat como presidente de la autoridad palestina.


Holocausto condensa en diez letras los horrores inimaginables del nazismo y nos recuerda con precisión un genocidio que subleva a toda persona honesta cualquiera sea su credo político o religioso. Lo que no se debe hacer es degradarlo a vulgar taparrabos del genocidio sionista en curso.


Limpieza étnica también habla de genocidio, de crímenes inenarrables, del más brutal salvajismo, de las mujeres y los niños como víctimas preferidas en este intento demencial por sojuzgare al pueblo palestino. Es lo que se practica diariamente en la franja de Gaza.


3) Si los dirigentes israelíes continúan masacrando palestinos y los representantes de la colectividad judía en nuestro país persisten en hacerse los distraídos, el antisemitismo crecerá por su absoluta responsabilidad.



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CANJEO HELADERA POR COMIDA





por Ariel Pascielli


La Presidenta de la Nación ha anunciado el Plan para incentivar la compra de electrodomésticos, a través de créditos que el sistema bancario otorgará utilizando dinero que provee la ANSES y que corresponde a la recaudación previsional.

En este momento de crisis financiera internacional y, por ende, que pueda alcanzar al sistema productivo, una medida de incentivación de estas características puede ser bienvenida para paliar efectos no deseados en el desarrollo de la economía argentina.

Pero el sistema tiene necesidades de implementación que da lugar a la intermediación bancaria y comercial. Estos sectores, al margen de otros que componen la logística operativa para que los productos lleguen al consumidor, se pueden distorsionar en la estructura de costos por cuanto la ganancia de los operadores para llegar al precio final en cada etapa de comercialización, no aseguran que éste sea accesible para el consumidor final.

El tratar de asegurar ocupación a la estructura productiva y a la comercial debe implicar dejar de lado la ecuación más ocupación menos salarios que están esgrimiendo las entidades empresarias.

Por otra parte, los créditos hay que pagarlos y las cuotas a cumplir en el devenir, muchas veces dificultan la viabilidad de pago de los sectores medios de la población
que son, en principio, los que se beneficiarían con estos planes. Los otros sectores de la población todavía son muy vulnerables para acceder a este sistema.

Es buena la oportunidad para reiterar la posición de nuestro colectivo en relación con el kirchnerismo: “han hecho cosas que compartimos profundamente, otras que compartimos, otras que no compartimos, otras que no nos gustan y otras que haríamos de otra manera”.

Si bien la incentivación de la producción y el consumo es una medida que compartimos, debemos señalar que es muy importante profundizar la redistribución de la riqueza más allá de buenas medidas de incentivación.

Más allá de estas medidas, el gobierno está en condiciones económico-financieras de poner manos a la obra ya y profundizar la redistribución de la riqueza para sacar del “infierno” a más de diez millones de argentinos que todavía están por debajo de niveles de pobreza e indigencia.

Como dijimos en nuestro trabajo titulado “Petitorio”, hay que eliminar el IVA en medicamentos y alimentos y bebidas que componen la canasta básica y proceder con otros ítems que mencionamos y que sólo requieren decisiones políticas que beneficien al pueblo trabajador.

Esperamos que estos planes destinados a las capas medias de la población, no se reemplacen en el futuro por carteles que digan: “Canjeo heladera por comida”

Ariel Pascielli
Enero 2009

sábado, 24 de enero de 2009

PETITORIO



por Ariel Pascielli







Alberto Lapolla, en su “Balance de un año agitado con cambio de época incluido”, caracteriza muy acertadamente y con sentido práctico la posición de Soberanía y Liberación frente a ambos gobiernos kirchneristas: “han hecho cosas que compartimos profundamente, otras que compartimos, otras que no compartimos, otras que no nos gustan y otras que haríamos de otra manera”.

Las organizaciones campestres han convocado a conferencia de prensa para manifestar que han de presentar un petitorio al gobierno a raíz de la grave situación que padece el “campo” agravada por la sequía. En sus manifestaciones, más allá de requerimientos reiterados de subsidios, cancelaciones de créditos, suspensión de pago de todo tipo de impuesto, etc., etc., que reiteran siempre que las condiciones climáticas no le favorecen, apuntan a la suspensión o derogación de las retenciones.

Estas retenciones que apuntan a distribuir la renta de la tierra entre la sociedad, afectando las superganancias de la oligarquía, siempre fueron resistidas por los campestres por cuanto no solamente merman sus ganancias sino que forman parte importante del concepto de redistribución de la riqueza.

Ahora bien, qué “compartiríamos profundamente” en esta etapa de gobierno y en un momento de reparto de beneficios, más allá del petitorio anunciado en rueda de prensa, sería una efectiva, concreta y decidida distribución de la riqueza que, en principio nos lleva a confeccionar un PETITORIO ABIERTO para presentar al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Lo hacemos desde el fervor del pueblo por poner en funcionamiento el mecanismo de justicia social que el tiempo político exige y por que permanentemente es mencionado en los discursos presidenciales.

Kanecki primero y Keynes después han desarrollado una teoría que dio sus frutos dentro de sociedad capitalista, desarrollando el consumo y mejorando el nivel de vida de los pueblos.

Hoy, frente a la crisis financiera del mundo capitalista y el fracaso del pensamiento y métodos liberales, se recurre a ciertos métodos cercanos al keynesianismo para superar el problema y se tratan de inyectar inversiones en sectores promotores de ocupación laboral, incentivando el consumo con la preservación de los puestos de trabajo y la mejora de salarios para ciertos sectores de las capas medias de la sociedad.

Pero lo paradójico es que se inicia el “salvataje” para los sectores campestres y financieras, se trata de mantener la producción con incentivos al consumo de heladeras y automóviles, pero no figura en la lista mejoras específicas para el pueblo trabajador sino que se lo arrincona con la ecuación “congelar salario o pérdida de trabajo”.

Aquí, para refrescar información, debemos recordar que durante 2008 las empresas han tenido ganancias extraordinarias, según informa de la Bolsa de Valores publicados oportunamente y repetidas públicamente por la Presidenta sin que nadie haya hecho objeciones de ningún tipo

Por eso proponemos este petitorio desde las necesidades del pueblo, desde la historia, desde la política, desde la justicia social:


REDISTRIBUCION DEL INGRESO - Decisiones a tomar

PREVISIONALES



  • 1. Fijar el beneficio de jubilaciones y pensiones en un monto igual al salario mínimo, vital y móvil establecido por el Consejo Nacional del Salario.
    2. Incrementar en un 30% todas las jubilaciones y pensiones no alcanzadas por ése beneficio.
    3. Reducir en un 50% el monto mensual de la moratoria que están pagando 1.500.000 jubilados que no tuvieron aportes necesarios pero si edad para percibir un beneficio, sin prolongar los plazos de pago.

IMPOSITIVAS

  • 4. Derogar el impuesto a débitos y créditos bancarios a personas físicas y a pequeñas y medianas empresas.
    5. Reducir al 15% anual máximo el interés a pagar por todo concepto por usuarios de tarjetas de crédito y débito, incluyendo a las empresas proveedoras o productoras que otorguen créditos para la compra de bienes, por sí o a través de fondos fiduciarios o cualquier otro sistema creado o a crearse.
    6. Implementar el pago de Impuesto a las Ganancias e IVA a todas las transacciones financieras, locales e internacionales, exceptuando a pequeñas y medianas empresas por un monto inferior a $ 1.000.001, acumulable dentro del sistema y a personas físicas por un monto inferior a $ 400.001, acumulable dentro del sistema.

    7. Frenar el curro en débitos y créditos de seguros de todo tipo.

    8. Reinstalar el INDER para impedir el curro de las reaseguradotas privadas locales e internacionales

    9. Congelar el precio al público con retroactividad al 31 de octubre de 2008 de medicamentos y de alimentos y bebidas que forman parte de la canasta básica

IVA EN ALIMENTOS Y MEDICAMENTOS


  • 9 Eliminar el I.V.A. en medicamentos y en alimentos y bebidas que forman parte de la canasta básica de alimentos
    10 Imponer un I.V,A. del 7% al resto de los alimentos frescos y bebidas sin alcohol y a los alimentos elaborados y bebidas que se provean en restaurantes, bares y/o casa que provean este tipo de servicio.
    11 Imponer un I.V.A. del 10% a los alimentos y bebidas, denominada “ligth”, dietéticos, de bajas calorías, 0% de cualquier elemento alimentario, o toda otra forma creada o a crearse de destacar cualidades dietéticas o de baja provisión de componentes o reducido en efectos supuestamente benéficos para cualquier estado que “optimice” un mejor estado de salud que no esté científicamente comprobado.
    12 El resto de los productos serán gravados con el 16%, con excepción de los suntuarios que continuarán abonando el 21%.
    13 Todos los servicios abonarán el 16% de IVA al igual que automotores de menos de 1200 Kg. y ciclomotores y motocicletas de hasta 250cc

Obviamente, este petitorio está abierto a otras propuestas que lo enriquezca y es oportuno por cuanto en este momento parecería que “el que no llora no mama” y el que no presiona tampoco.

Como el pueblo no tiene lobby solamente puede obtener sus conquistas ganando la calle.

Ariel Pascielli
Enero 2009

viernes, 23 de enero de 2009

BALANCE DE UN AÑO AGITADO, CON CAMBIO DE ÉPOCA INCLUIDO


Un artículo de Alberto J. Lapolla

23-01-09


Una nueva época histórica


Balancear el año 2008 y pensar la perspectiva por delante no aparece como tarea fácil, pues los hechos ocurridos en nuestro bendito país, se insertan en una situación mundial de crisis sistémica del modelo neoliberal. Modelo impuesto a sangre y fuego por los EE.UU., luego de nuestra derrota de los Setenta (casi un millón de muertos indoamericanos entre 1954 y 1990) y profundizado hasta el hartazgo luego del colapso soviético. Completado luego con el pasaje del comunismo chino a ser el ‘motor’ del nuevo capitalismo mundial. El derrumbe del modelo neoliberal, ése que Francis Fukuyama había caracterizado como la ‘culminación de la historia humana’, dando una vez más la razón al harto reaccionario Menéndez y Pelayo, que afirmaba con justicia ‘que nada envejece tan rápido como un libro de historia’, abre sin duda alguna el inicio de un nuevo tiempo histórico que podemos calificar de cambio de época. Cuestión que ya habíamos señalado luego de la imposibilidad manifiesta del Imperio por revertir la ola revolucionaria y de cambios que sacude a Nuestramérica. Como una maldición –seguramente satánica para él- el preverbial Bush observaba que cada una de sus intervenciones para apagar el fuego en Venezuela o en Bolivia era acompañada por el surgimiento de un nuevo país que se adhería al cambio, como Ecuador o Nicaragua. Así a la revolución Bolivariana, que sin dudas disparó el proceso al poner en tela de juicio el modelo neoliberal en su conjunto, retomando la idea del Estado como rector de la economía y la justicia social como motivo de la política, se le agregó la impresionante –por todo su valor simbólico e histórico- revolución indígena boliviana que comienza a cerrar 500 años de dominación blanco-católico-europea sobre los sufridos pueblos de América. Nuestra Revolución emancipatoria comenzó hace 229 años en los Andes sagrados y todo indica, como señalaran Bolívar, Monteagudo, San Martín o el Che que allí concluirá. Hoy Suramérica, Nuestramérica, la Patria Grande o Indoamérica, se encuentra cerrando el capítulo abierto allá, por el 25 de mayo de 1809, cuando nuestros patriotas chuquisaqueños abrieron la senda de la Revolución continental, tomando la posta dejada por nuestro padre Tupac Amaru. Quien con toda razón había exclamado, en queshwa y castellano, antes de que los piadosos españoles le cortaran la lengua para someterlo al suplicio: ‘volveré y seré millones’. Hoy nos encontramos transitando –y esa es una de las razones del colapso imperial- un nuevo tiempo americano caracterizado por la unidad continental, por la reconstrucción de nuestras economías, por la autonomía creciente de nuestras sociedades respecto del imperialismo norteamericano o europeo. La posibilidad cierta de lograr saltos de integración continental esbozados en el Plan maestro de la Revolución por nuestros padres Miranda, Moreno, Castelli, Monteagudo o Bolívar, es hoy un hecho palpable. Esto puede constatarse en la increíble jornada de creación del Banco del Sur, allá por los inicios del gobierno de la Presidenta Cristina Fernández, en el rol decisivo de la Unasur y su existencia efectiva más allá de los gritos y lamentos de toda la derecha continental o en la reciente gira de nuestra Presidenta por Cuba y Venezuela en el mismo momento en que un nuevo presidente norteamericano asumía, hecho absolutamente impensado hace pocos años. Al igual que luego de la derrota de Napoleón, y en su nombre de la Revolución Francesa, Nuestra América vuelve a ser el centro revolucionario del mundo. Mientras Europa gira brutalmente al racismo y a la xenofobia que la caracterizaron desde siempre y que la llevó a cometer en América, África, Asia y en su propio territorio los mayores genocidios que conoce la historia de la humanidad, en América campea la revolución, el cambio, el ansia de justicia e igualdad, la revancha milenaria de nuestros pueblos humillados. En Europa incluida Israel, gobiernan Sarkozy, Merkel, Berlusconi, Olmert y otros payasos vergonzantes tan reaccionarios como éstos. En América cada día que pasa un nuevo gobierno asume las banderas de la justicia social, la integración continental, la búsqueda de una mayor distribución de la riqueza y el abandono del modelo neoliberal. De allí que hablar de una nueva época histórica no es gratuito, si además agregamos que en los EE.UU., acaba de asumir un presidente negro, o mulato, para mayor precisión. Algo absolutamente impensado en el momento en que George Bush decidiera transformar al mundo en una gigantesca ESMA, para impedir el derrumbe de la hegemonía norteamericana. A diferencia del amigo Petras, no creemos que sea lo mismo que gobierne un mulato, un indio o un negro, o el nieto de un esclavo, o un obrero. Casualmente eso diferencia a la izquierda colonial de la que no lo es. Sino basta verles las caras radiantes a los negros norteamericanos, a nuestros ‘paisanos los indios’ de Bolivia o a los negros y mulatos brasileños para ver que no es lo mismo. No siempre la revolución es un problema de programas y economía. La economía ‘determina el rumbo de la política, pero no la reemplaza’, como muy bien se encargó de aclarar varias veces Federico Engels. La historia mostró desde el 1600 hasta aquí, que las revoluciones son esencialmente culturales, tal como descubriera Vladimir Lenin al final de su vida, cuando ya era tarde para evitar la muerte a manos de su amigo Koba. Nuestra revolución cultural había emergido con fuerza maravillosa en los Sesenta y Setenta, el imperio la ahogó en sangre. Como siempre en Nuestramérica, nuevas generaciones retomaron la posta y le insuflaron nueva sabia y más sabiduría. Todo indica que hoy el Imperio no puede aplastarnos, el camino de la liberación está ante nosotros. Por un sendero distinto claro está, al de los Sesenta y Setenta. Esa es la diferencia que va de El Che a Evo, o si se quiere de Castelli a Túpac Amaru. Hoy los indios y los negros hablan por sí solos. Y esa revolución es indetenible.



El retorno de la oligarquía


Si algo caracterizó a la nuestro país en 2008, fue el retorno de la sacrosanta oligarquía reciclada en rentismo sojero. Si la rebelión popular del 2001, nos devolvió al pueblo y se llevó a la ‘gente’, no podía dejar de ocurrir, que nuestra oligarquía terrateniente irrumpiera en escena nuevamente. Y lo hizo. Con todas las repeticiones históricas que harían las delicias del viejo Karl o de don Georg Wilhelm. La oligaquía volvió y le dijo basta al gobierno kirchnerista, en esa cuestión de redistribuir y de tratar de redesarrollar el país devastado por la traición menemista. ‘-De ninguna manera. A mi no me van a sacar mi plata para que esos negros del conurbano coman bife de lomo.’ ‘-A mi no me van a sacar mi plata para volver al país industrial de antes.’ ¿Mirá si vuelven los paros, o esos sindicatos poderosos y terribles que hicieron el 17 de Octubre, el Lisandro de la Torre, el Cordobazo y el Rodrigazo? ‘¡De ninguna manera! ¡Hay que acabar con los Kirchner cuánto antes!. ‘Sobre todo ahora que gobierna esta mina tilinga y montonera.’ ‘Débil además, porque es una mina’. ‘A mi esta mina no me va a decir lo que tengo que sembrar. Mirá si yo le hiciera caso a mi mujer, para eso está en la casa todo el día, del campo me ocupo yo.’ El golpe fue bien planeado –¿con aliados dentro del gobierno?-, con el monopolio absoluto del poder informativo de su lado, y un discurso premoderno que nos devolvía a los conceptos económicos y sociales de los fisiócratas: ‘la riqueza del país se produce en el campo’, ‘los productores son humildes chacareros que crean la riqueza nacional’. Tal como si estuviéramos en 1850 o en 1900, olvidando que ya hace mucho tiempo el producto bruto agrario es menos de un tercio de la riqueza nacional y solo emplea 1.3 millones de personas de las cuales sólo un tercio en blanco. Peor aun, sobre 40 millones de habitantes sólo tenemos 330.000 productores agrarios, de esos, sólo 110.000 poseen mas de 100 has y de ellos sólo 80.000 son sojeros. Pero allí estaban todos al borde de la ruta, habiendo comenzado un intento destituyente el 25 de marzo, es decir el día en que los genocidas reivindican su obra. Recibieron apoyos insospechados. Porque claro, el retorno de la oligarquía no la iba a encontrar sola. Jamás lo hizo. Si algo caracterizó a esa clase ‘estéril e infecunda’ desde Pizarro y Hernandarias hasta Martínez de Hoz, fue siempre su astucia política y el golpear por sorpresa. Sino pregúntenle a Moreno, a Castelli, a San Martín, a Dorrego. O a Artigas, traicionado por sus lugartenientes Ramírez y López comprados desvergonzadamente por la oligarquía porteña. Sarratea negoció, mientras Martín Rodríguez y Don Juan Manuel juntaron la plata y el ganado para ‘contentar’ a Don Estanislao, el ‘padre del federalismo’ traidor y así poder aislar y aplastar sin miramientos a Artigas y su revolución india. El principal enemigo de esa clase poseedora de todas las tierras y los ganados de nadie. Y de paso liquidar los planes de San Martín que había pactado en secreto con Artigas dejando aplastar al Directorio y así unir todo América en una única nación. Siempre actuó así la astuta oligarquía. Buscar el núcleo duro del enemigo y golpearlo hasta destruirlo. Así lo hizo de uno en uno con la lista antes enumerada. Esta vez –y ella lo sabe mejor que nadie- el núcleo duro a derrotar es el eje Buenos Aires, Caracas, Brasilia. Ese es el eje de la unidad continental y no otro. Esa alianza es estratégica en términos geopolíticos globales. Y lo que se exigía en las rutas, era el abandono de cualquier aspiración de reindustrialización, integración y reconstrucción del mercado interno. Las señoras de Barrio Norte que decían ‘yo no quiero que mi país sea como Venezuela o Cuba’ lo escribían blanco sobre negro. Debíamos seguir siendo sin chistar, una factoría sojera y un país para pocos y de pocos. Pero el golpe venía de antes. ¿O alguien cree qué decirle no al ALCA en la cara de Bush fue gratuito?



Los aliados insospechados de la oligarquía


Lo notable, y para eso sirven las crisis políticas, es que cuando el hormiguero se revuelve aparecen las partes que no se veían a simple vista. Y entonces, como nos pasó siempre, ante cada crisis política, cuando se discute el modelo de acumulación y este puede rozar a la oligarquía, aparecen insospechados aliados. Así en 1930 comunistas y socialistas coloniales ayudaron a voltear a don Hipólito en medio del colapso del modelo agroexportador. Claro que don Hipólito había ayudado con sus tareas ‘de limpieza’ en la Semana trágica, en la Patagonia y en la Forestal. Casi 5000 trabajadores pasados por las armas por reclamar. Al margen, estos hechos deberían hacer reflexionar a los que hablan sólo de lo nacional, sin el aditamento de lo democrático, lo social, lo revolucionario y lo continental. Con lo nacional solo, podemos llegar a la AAA, por ejemplo. Pero volvamos, en 1945 otra vez comunistas y socialistas, ahora acompañados por los radicales ya desnacionalizados, volvieron a ser peones de la oligarquía, que marchaba orgullosa del brazo de Rodolfo Ghioldi, contra ese Coronel Perón y su deseo de industrializar la nación, distribuir la riqueza y reducir el poder del latifundio. Ahora en 2008, la oligarquía contó con aliados insospechados ¿o no? Veamos. La Doctora Carrió atravesando una nueva conjunción astral, podría decirse que era lógico. El Radicalismo es hoy esencialmente un partido vinculado a la propiedad de la tierra. El PRO, bueno es la oligarquía. Felipe Solá, es el padre de la sojización, no iba a actuar contra su criatura. La Federación Agraria, porque hace rato dejó de representar a productores, que ahora son rentistas sojeros, tal como hemos intentado explicar.(1) ¿El PCR? Creemos que por dos razones: por el colonialismo congénito heredado de Codovilla y porque son empleados de China, que necesita que sigamos siendo un país sojizado. Ellos nos compran la soja –sin industrializar- y nosotros les compramos todo tipo de producción industrial, incluso basura, que destruye el trabajo argentino. ¿El MST? Bueno hace rato que los muchachos cruzaron el charco. ¿Proyecto Sur? Bueno además de los intereses directos de varios de sus dirigentes con la sojización, estaban los compromisos económicos y políticos asumidos con la FAA, que hizo que hasta un amigo de Seineldín y enemigo de Cuba y Venezuela como Alfredo De Ángelis votara por Pino Solanas. También el deseo de profecía autocumplida ‘de que Cristina tenga destino de helicóptero’. También el odio feroz de Lozano y De Gennaro contra los Kirchner. Además de sus estrechas relaciones con Bergoglio, enemigo declarado del gobierno ‘sexista, montonero y abortista’. Sin embargo, todo esto no alcanza a explicar. Uno podría preguntarse ¿por qué compañeros que dicen luchar contra el imperialismo terminan apoyándolo o siendo funcionales a los planes de la derecha? Podría pensarse en esos piolines extraños que unen a un sector de la CTA, con la Iglesia de Bergoglio, al PCR, al MST, a Castells, a sectores afines a la embajada norteamericana con algunos referentes de los derechos humanos que parecen creer, como señalara recientemente Pino Solanas que ‘el enemigo no es Macri sino Kirchner’.(2) Cuesta creerlo pero parecería que Gardel también envejece.



Qué es el kirchenrismo.


Lo notable es que producido el enfrentamiento en que el gobierno cometió errores, es cierto, pero no cometió el principal que caracterizo siempre a la burguesía argentina en su pelea con la oligarquía, incluido el propio Perón que claudicó en 1955 y luego en Ezeiza. En este caso la Presidenta Cristina Fernández no defeccionó. No hubo ‘Felices pascuas’. Por el contrario se aceptó la derrota infligida por la traición de Cobos y un nuevo escenario político se perfiló, con un gobierno debilitado pero dispuesto a pelear, profundizando su programa y una oposición pronorteamericana que veía el campo orégano. Como ocurre siempre después de tamaño enfrentamiento con el enemigo histórico de la nación, nada fue igual. Ni los aliados, ni las alianzas, ni los amigos, ni los adversarios. Rápidamente los oportunistas que huelen la derrota en el horizonte y deben renovar bancas o cargos, pusieron pies en polvorosa apelando a cualquier pretexto. Siempre los hay. Rico, la ley de bosques la ley de glaciares, las caras carteras de nuestra Presidenta. Total hay que rajar antes que el barco se hunda. ¿Pero se hunde? ¿Se hundirá?, ¡uhmmm! Otros aprovechan la volteada y piensan que es mejor ser la oposición de un nuevo menemato, en versión de Carrió, Macri o Cobos, haciendo entonces discursos garndilocuentes sobre el imperialismo y la oligarquía, qué enfrentar en lo concreto y con las fuerzas que se tienen aquí y ahora, a ese imperialismo. Imperio que esta reculando fuertemente en América y en el mundo, por obra de pueblos y gobiernos que van desde posiciones revolucionarias, socialdemócratas, hasta moderados o casi neoliberales como los de Tabaré o Bachelet. Pero que sólo en el 2008 y por la decisión directa de nuestros Presidentes –primero Néstor Kirchner y luego Cristina Fernández- impedimos dos guerras en América. Una entre Colombia, Ecuador y Venezuela y la otra en Bolivia. En ambos casos armadas directamente por los EE.UU. Y esto es absolutamente nuevo y obra de nuestros gobiernos, el kirchnerista el primero. ¿Es posible qué tamaña hazaña, que haría lagrimear de emoción a San Martín y a Bolivar no haga reflexionar a nuestros compañeros que se pasaron al otro bando, sobre el real contenido del gobierno kirchnerista? ¿Es posible que no se entienda que fue la acción decidida de dos Presidentes argentinos la que logró tamaño éxito, obligando incluso a jugar de este lado a aliados de EE.UU., como Bachelet o Alan García?. ¿Es posible que no se entienda que luego de la derrota frente a los sojeros el gobierno, no se corrió a la derecha, sino que por el contrario profundizó el proceso de distribución y de recuperación de soberanía? ¿Es posible que no se entienda el tremendo viraje que implicó la nacionalización de las AFJP? El mayor éxito obtenido por el campo popular desde 1976 hasta aquí. Como diría Saclabrini, cuando algo que está tan claro no se entiende, uno tiene que creer que lo quieren estafar. ¿Será así nomás? ¿Qué intereses defienden los que están armando una nueva Unión Democrática para destruir a un gobierno al que deberían apoyar incluso críticamente, pero que consideran que es su enemigo y que deben terminar con él?. ¿Será posible que prefieran el narcisismo autoerotizante y estéril de ser ‘la oposición’ de un gobierno manejado por Macri o Carrió, qué tratar de unirse para impedir que ello ocurra?. ¿Será posible?. Todo es posible cuando los intereses neocoloniales que alimenta nuestra oligarquía se ponen en movimiento, y se apoyan en rasgos antipopulares y elitistas. Ambos gobiernos kirchneristas han hecho cosas que compartimos profundamente, otras que compartimos, otras que no compartimos, otras que no nos gustan y otras que haríamos de otra manera. Pero, y eso es lo determinante, fue el gobierno de Néstor Kirchner quien devolvió la primacía a la política por sobre la ‘economía’. O lo que es lo mismo del Estado por sobre el ‘mercado’, o del pueblo por sobre el gran capital. Algo que no ocurría desde 1973 y eso sólo ya basta para trazar una línea de un lado y del otro. Y esto es lo que enloquece a la derecha y lo que quiere revertir apelando a todas sus espadas. Y las tiene de derecha, de centro y de ‘izquierda’ , como quedó demostrado en el debate y votación sobre las retenciones y el lamentable papel jugado por Claudio Lozano, Pino Solanas y Alcira Argumedo, quienes pasaron a defender abiertamente las posiciones de la Sociedad Rural Argentina. Ahora de manera sorprendente son acompañados en su camino, hacia la recolección de pedazos del barco herido, por los compañeros Tumini y Bonasso. En última instancia las diferencias deberían ser, diferencias dentro del Frente de Liberación nacional. Frente que hay que recordarlo, incluye a la burguesía nacional, y la burguesía nacional en Argentina después de su destrucción por Martínez de Hoz y el menemato, esta en reconstrucción. El principio del Capital siempre es ‘lodo y sangre’, por eso es mafiosa, corrupta, vive del Estado y es poco nacional. Pero es la burguesía que hay, no es la de Gelbard, sino la de Mendiguren y Heller. Eso no excluye sino por el contrario, la lucha de clases, claro está. Por el contrario, nos obliga a levantar otro programa más radical y profundo, y que esa burguesía jamás llevará adelante. Pero para ello debemos crear las fuerzas políticas y sociales dispuestas a llevarlo adelante. Hoy no las tenemos. Para eso hay que estar dentro del proceso y no afuera, del otro lado de la raya. Es decir del lado de la oligarquía tirando piedras. Pero, y esta es una razón muy dura, nada hay hoy a la izquierda de los Kirchner en lo real. Nada real existe construido a la izquierda. Podemos expresar ideas, proyectos, programas que se ubican a la izquierda de los Kirchner, eso es cierto. ¿Pero podemos aplicarlos? ¿Podemos llevarlos al gobierno? ¿Podemos disputar poder, en verdad? Por supuesto que no. Todo lo que está en condiciones de disputarle el poder al kirchnerismo está a su derecha, y se está uniendo para cerrar el pequeño camino de desarrollo que se ha recorrido desde la rebelión popular de diciembre hasta hoy. En particular quieren cerrar el retorno al crecimiento de la economía y del Estado que ambos gobiernos Kirchneristas lograron y vienen profundizando. Y eso es intolerable para el poder oligárquico y multinacional de la Argentina sojizada y privatizada. ¿Puede ser que no lo entiendan?



Nuevas construcciones para un nuevo tiempo


El 2008 también nos dejó un fuerte aprendizaje y una mayor reorganización del campo popular que apenas se percató del feroz ataque oligárquico. Dos construcciones nuevas La Carta Abierta y la Central de Movimientos Populares (CMP), muestran que el pueblo tiene inmensas reservas que puede poner en movimiento para frenar a la oligarquía, disputar a los confundidos y aislar a los travestidos de campo popular que juegan para el imperialismo. La Carta Abierta juega un rol decisivo para rescatar a las capas medias y los intelectuales de la larga noche neoliberal y la maceración mental y conciente, que producen los medios de comunicación. Su rol es tan decisivo que provoca la ira de los falsos demiurgos de los derechos humanos y la pobreza que la atacan pero no dudan en fumigar sus campos para producir soja transgénica, propagando la enfermedad y la miseria. El papel de los intelectuales nucleados en Carta Abierta ha sido determinante para penetrar el interior del país devastado ideológicamente por la desaparición de la clase obrera industrial, la ferroviaria la primera. Razón por la que el interior quedó en manos de la oligarquía y sus instrumentos de dominación como la jerarquía católica –voz de los terratenientes en América desde 1492- y la TV. Carta Abierta ha sido una reacción muy sana de nuestra intelectualidad, en las mejores tradiciones de nuestro pensamiento nacional, popular, democrático, revolucionario y antiimperialista. Pero también como producto de la lucha contra la oligarquía sojera se produjo un realineamiento de sectores populares, antaño piqueteros y movimientos sociales no representados, ni por la CGT ni por la CTA y que se expresaron en la conformación de la CMP. Esta nueva organización de pobres urbanos y suburbanos, representa, una nueva etapa de construcción de la organización del proletariado luego del genocidio social neoliberal. Hoy sólo el 27% de los trabajadores están sindicalizados y un enorme sector de los mismos son cuentapropistas o tienen empleos informales transitorios o están desocupados. Se hacía necesario entonces, una nueva organización de los trabajadores, que tome como base de su organización el territorio, dado que hoy el lugar de trabajo es mucho más hostil y aleatorio. Sólo el 8 5 de las empresas del país tienen hoy Cuerpos de Delgados y la mayoría de las empresas que abren sus puertas o se radican el país, ponen como condición para hacerlo, no permitir la organización sindical, ante la mirada cómplice de funcionarios que deben impedirlo y de los sindicalistas corruptos que no defienden los intereses de sus compañeros. La CMP llenará ese vacío y retomará las banderas históricas y gloriosas del proletariado argentino. Sin dudas será una herramienta estratégica en este nueva época histórica que transitamos en la América morena. Seguramente en la medida que el año avance las aguas políticas irán despejando más las cosas y quedará claro que, de un lado estará la oligarquía y sus aliados y del otro quienes apoyamos un proceso de cambio y transformación profundamente americano con un desarrollo nacional y popular, con las limitaciones que el tiempo y la organización popular irán resolviendo.



Un negro con olor a Indoamérica


Si bien se perfila un año difícil y duramente disputado, creemos que la derecha no tiene las condiciones para ganar. Le juega en contra el derrumbe mundial de su esquema teórico y productivo. Su razón de ser acaba de ser barrida por la historia. Y si bien podrá obtener algún triunfo transitorio, la marcha de la historia viene para este lado. Claro que con eso sólo no alcanza, además hay que crear las condiciones para el triunfo y la no derrota. Nos ayuda sin dudas la tremenda situación de cambio suramericana, que empuja la situación hacia nuestro lado y no para el del Imperio. A nosotros no nos parece una casualidad que un ciudadano negro gobierne hoy los EE.UU., cuando hace pocos años eran quemados en la hoguera. Creemos que la propia potencia del movimiento revolucionario indoamericano ha golpeado el corazón del monstruo. Y así como la primera reacción mundial a la revolución norteamericana de 1776 fue la gran rebelión de Túpac Amaru de 1780, pese a que los libros de historia lo sigan negando, de la misma manera las fuertes improntas de la revolución bolivariana y boliviana no podían dejar de impactar en el pueblo negro, hispano y trabajador de los EE.UU. Hoy pese al poder plutocrático no es posible ocultar la revolución con el pulgar, aunque sea el del Tío Sam.

1.- Ver mi artículo al respecto en CASH, Página 12, 31-8- 2008
2- Ver Pino Solanas en Pagina 12, 8-12-2008

miércoles, 21 de enero de 2009

TODOS CONTRA TODOS


Un artículo de Jorge Rachid


Cuando el mundo se debate en cómo afrontar una crisis generada por la codicia especuladora, perversa, hipócrita y estafadora del poder financiero mundial, que durante los últimos 50 años se dedicó a demostrar cómo a los pueblos, si apelaban a la paciencia y se sometían al coloniaje impuesto por los organismos financieros internacionales, les caería “maná del cielo”, derramando abundancia y bienestar, en la Argentina, la teoría del todos contra todos, encuentra un terreno propicio para un suicidio en masa.

Tanto es así que hasta aparecieron libros de pronosticadores de catástrofes inmediatas, con recetas parecidas a las que con distintos argumentos, pero con igual instrumentación, condujeron a los sucesivos fracasos nacionales por seguir pasivamente dictados de supuestos garúes, economistas, nuevos filósofos de pacotilla que, recitando teorías neoliberales, enterraban graciosamente al Estado como garante último de los conflictos de intereses, dejando en manos del nuevo dios Mercado a millones de compatriotas al borde mismo de la desesperación, la miseria y la marginación social.

Hoy como si todo ello fuese una película de ficción, cada sector económico desde los comerciantes hasta los servicios públicos y los Bancos, desde la producción industrial y los agrícola-ganaderos, piden al Estado la tabla de salvación necesaria para sus negocios, los mismos negocios que durante los últimos ocho años vieron reverdecer después de la catástrofe económico-financiera de los noventa. Cuando los trabajadores se suman al reclamo, estos mismos sectores, ponen el grito en el cielo con la excusa de los costos imposibles. Los mismos que, desde la oposición piden que disminuyan los gastos del Estado para mejorar la perfomance macro-económica, pero claman por los hospitales públicos y los sueldos docentes cuando los conflictos se encadenan. Así, la oposición contragolpea intentando generar espacios de confianza y destruyendo su propio discurso.

No está mal que lo hagan, que el Estado vuelva a tener un rol y sea el direccionador de un modelo de desarrollo nacional, que se haga cargo del impacto de la sequía, pero los hombres o mujeres del movimiento nacional pedimos que, cuando lo hagan, legisle el Estado para evitar el desmonte indiscriminado por la soja y la codicia forestal, principal causante la las terribles sequías además de los ciclos de lluvias. Que promueva el consumo pero que proteja el trabajo argentino, que auxilie a los sectores financieros, pero que ponga trabas estrictas al giro de capitales y dividendos indiscriminados al exterior, que fortalezca el empleo, pero que exija trabajadores en blanco cuando genera créditos para la producción.
Es decir que reaparezca el Estado pero no el Estado bobo que acepta las presiones de los poderosos y descarga costos sobre los débiles. No se puede seguir capitalizando privadamente las ganancias y socializando las pérdidas, ya que ante la crisis, el esfuerzo debe ser compartido y sacrificado en función de los más débiles, los mas humildes y los trabajadores.

En éste sentido, apuntalar el empleo existente es un desafío importante, ya que es la base de mantener el crecimiento producido en los últimos años; pero no se puede desconocer la hipoteca social pendiente que tiene nuestro país sobre el tendal de marginación social y desolación que dejó el neoliberalismo, con sus secuelas de desempleo y fragmentación social, que se verifica especialmente en los indicadores de salud y educación , en especial en los menores y las madres solteras. Una política, para enfrentar la crisis, debe contener dichas situaciones con respuestas planificadas que, enmarcadas en una política estratégica de Seguridad Social, permita ir creando un Modelo Social Solidario y Productivo, de construcción social a futuro, que visualice el camino de la Argentina en los próximos años con objetivos y pautas verificables y políticas de Estado que nos devuelvan identidad nacional y un destino común como Nación.

Por eso, la anticipación de las luchas electorales que enfrentan posiciones no siempre políticas, que enfrentan ambiciones de corto plazo -no utopías ni ilusiones de un país mas justo- desgastan y desvían el eje de la discusión central en nuestro país.
Otros actores en las sombras saben adónde van: la hacen, la planifican, saben que tipo de capitalismo quieren, como hacer para manejar la pobreza y que sea vertebral al proceso que impulsan; se ocupan de cómo sacarle al Estado provecho en silencio mientras los sectores sociales en pugna confrontan a los gritos y por los medios, creando confusión en los ejes de discusión y frivolizando la política.
La lucha electoral en medio de este escenario, hasta parece ridícula. Parece ridículo que cada acción concreta del Ejecutivo sea criticada como acto de corrupción, de caja o de perversidad; como así también es ridículo que a la menor irrupción de la oposición, el oficialismo la institucionalice como el enemigo y la estigmatice ideológicamente. En el campo nacional los códigos de relaciones deben reestablecerse con reglas del juego claras y políticas de Estado que apuntalen los grandes ejes de discusión.
Mientras esto no suceda, los verdaderos dueños del poder, aquellos capaces de marcar la agenda, los que son capaces de armar la tapa de mañana o variar la las cotizaciones de la Bolsa de Valores, no se manchan ni se exponen públicamente, privilegiando su cuota parte de poder desde las sombras.

La diatriba y el escarnio aparecen entonces sobre la política, madre de todos los males, creadora de todas las corrupciones, enterradora de los valores y encarnadura del mal. Sin embargo la democracia sigue siendo el sistema que aún con defectos, malformaciones y condicionamientos, permite a los pueblos cambiar los rumbos, establecer nuevas condiciones, castigar las historias, generar esperanzas y también democratizar el poder. La herramienta para hacerlo es la política. No existe otra: ya que la fuerza es rechazada y las dictaduras quedaron en el fondo de la historia, no seremos colonia ni virreinato de potencia alguna, aunque algunos lo anhelen desde sus posiciones pro activas de intereses ajenos.

La misma política de Derechos Humanos que se ha instalado en el país a traído nuevas divisiones entre sectores sociales, como si la Justicia no fuese el ámbito común de sometimiento de todos los delitos y, más aún: los de Lesa humanidad. En el mundo se están juzgando genocidios como el de los Balcanes, con números inferiores de muertos a los de Argentina; sin embargo, pareciera que en nuestro país eso se llamara venganza. Hay organizaciones judías que siguen buscando genocidas nazis en nombre de la Justicia. Aquí se llama persecución ideológica. Si se condena el genocidio del estado de Israel sobre Palestina es antisemitismo, o peor aún: terrorismo. Cuando lo mismo clama la UN, es un acto de sensatez. Si se pide el fin del Bloqueo a Cuba es estar fuera del mundo. Si lo pide Lula lo transforma en estadista comprometido; y, si lo reafirma Obama, es el nuevo tiempo.

Los políticos que tenemos son los que hay, lo mismo que los empresarios, los dirigentes gremiales, las organizaciones sociales, es lo que tenemos como argentinos. Hemos podido protagonizar epopeyas, somos el único país que declaró su independencia y la mantuvo a costa de generaciones de jóvenes muertos en las luchas por la emancipación nacional. Tuvimos próceres que sabemos no fueron tales y otros que si fueron enterrados en vida y en la historia. Creamos movimientos populares que hicieron historia en el mundo, desde la reforma universitaria hasta el irigoyenismo, incorporando a los inmigrantes al mapa nacional hasta la epopeya del 17 de octubre y la irrupción de los trabajadores como actores del poder en el peronismo. Derrotamos el neoliberalismo en el 2001, pagando un alto precio en vidas y en la comunidad internacional. Para salir de la noche oscura del sin destino y discutir hoy la distribución del ingreso, fue una construcción con el esfuerzo de todos los argentinos.

No se trata de ser o no oficialistas, para eso sobran personajes en ambas orillas. De lo que se trata es desde dónde, desde qué lugar, con qué ánimo, con cuál visión planteamos nuestros problemas sectoriales o políticos. Qué intereses se juegan en lo táctico y en lo estratégico, sobre qué modelo de país nos paramos y qué nuevos paradigmas estamos dispuestos a asumir, sabiendo de antemano que la historia la escriben los pueblos a lo largo del tiempo. Si trabajamos para la paz mundial debemos primero construirla en casa; si queremos integrarnos continentalmente debemos respetar las realidades de cada pueblo hermano: sus condiciones, sus liderazgos; y si estamos dispuestos a abrirnos al mundo fortalezcamos nuestro frente interno volviendo a creer en nosotros mismos, a estar orgullosos de ser argentinos y dejar de castigarnos sin piedad, para no transmitir a las futuras generaciones desazón y descreimiento.


DR. JORGE RACHID
CABA, 21 DE ENERO DE 2009-01-21
Jorgerachid2003@yahoo.com.ar

viernes, 9 de enero de 2009

UN TESTIMONIO

por Francisco A. Ávarez

Con la excusa de eliminar las bases de la OLP, en 1978 Israel lanzó un intenso ataque aéreo sobre los campos de refugiados palestinos ubicados en el sur de Líbano seguido por la ocupación de una parte del territorio libanés. Desde Beirut, donde participaba en un homenaje internacional al líder patriótico Kamal Jumblat asesinado en marzo de 1977, partí con un grupo de amigos libaneses hacia la zona bombardeada con el propósito de brindar toda la ayuda humanitaria que fuera posible.

Lo que vimos entonces no se diferencia sustancialmente de lo que hoy se ve sobre el genocidio en Gaza, porque en ambos casos se trata de masacres. En el ’78, cuando Israel mentía que en la zona bombardeada había guerrilleros armados hasta los dientes, sólo encontramos cuerpos destrozados de niños, mujeres y ancianos.

Uno puede, y debe, indignarse ante semejante barbarie. Lo que no puede es sorprenderse porque hay abundantes pruebas de que el estado terrorista de Israel se propone exterminar al pueblo palestino. Las primeras atrocidades en Deir Yassim en 1948, la masacre de la aldea cisjordana de Qibya en1953, el bombardeo y ocupación del sur de Líbano en 1978, Shabra y Shatila en 1982 y por último el genocidio de Gaza en 2008 son episodios de ese plan abominable que se lleva a cabo gracias a la complicidad de EEUU y sus aliados históricos y también muchos de los nuevos.

No parece ser tiempo para rebuscados y erróneos ejercicios de “imparcialidad” diplomática. La opción no es tan difícil: o se está con los genocidas, activa o pasivamente, o se está con el pueblo palestino.