viernes, 4 de diciembre de 2009

EL GORDITO VA AL ARCO


por Ariel Pascielli

Cuando peloteabamos en la calle, muchos años atrás, la definición de poder jugar la tenía el dueño de la pelota que, generalmente, era un tronco, pesado, “el gordito” del barrio que no manejaba bien el esférico, como dirían los periodistas deportivos.

Pero para poder jugar había que pactar con el gordito, que generalmente aceptaba ir arco, aunque el equipo que se lo llevaba sabía que era un lastre que nos podía poner al borde de la goleada o quedarnos sin jugar porque el gordito se enojaba y se llevaba la pelota.

La llamada “centro izquierda” argentina lleva consigo las mismas premisas de la infancia y la adolescencia: quieren jugar a cualquier costa, aunque sea solo un ratito, y para lograrlo pactan con la derecha, la ultraderecha o los personeros de la dictadura militar y cualquier otra retahíla de servidores de los intereses del antipueblo.

No hay estrategia. Una acción táctica, sin pensamiento estratégico o al servicio del enemigo. Una victoria a lo Pirro.

Ya lo dijo Perón: “El año 2000 nos encontrará unidos o dominados”. Estamos en el 2010. Fuimos dominados por falta de unidad, y cuando se podría vislumbrar en Argentina, y en América Latina, salir de la dominación por acción política de los gobiernos que actúan desde el 2003, nuevamente el gordito está tratando de llevarse la pelota para hacerle el juego a la derecha, a la oligarquía y al imperialismo.

La actitud de la “centro izquierda”, hoy más que nunca ni en la izquierda ni en el centro pero más la derecha que la derecha misma, nos ha mostrado en la apertura de sesiones del nuevo esquema parlamentario, una actitud que ya había asomado durante el debate de la 125.

La estrechez de su pensamiento estratégico y la ausencia de sustancia ideológica la ha llevado a asumir posiciones detestables para el pensamiento nacional, popular, revolucionario y latinoamericano, por cuanto se han aliado a lo más rancio de la ultraderecha argentina, poniéndose al servicio del “golpe blanco” destituyente que están pergeñando basados en los hechos de Honduras.

Esto indica que se están aliando con quienes pretenden volver todo atrás, al año 2000, para volver al dominio oligárquico e imperialista.

Por ello, hoy es imperioso definir estructuras políticas para defender el modelo nacional y popular, para impedir el avance de estos sectores que hoy están acompañados por la mal llamada “centro izquierda”.

Cuando la izquierda pacta con la derecha, gana la derecha.




Ariel Pascielli
Diciembre 2009.

DETERGENTE “DERECHAZO”…


por Ariel Pascielli

,,, el mejor para el lampazo.
Mientras su vajilla se lava, limpia y brilla, descanse en su silla.
Detergente “DERECHAZO” elaborado por expertos en limpieza,
para que su vajilla brille en la mesa.
Detergente “DERECHAZO”.
No hay otro mejor para evitar un fracaso.

El análisis del mensaje publicitario reduce y sintetiza en un slogan, todos los estudios que exige el marketing para posicionar y desarrollar, con éxito, un producto en el mercado.

La síntesis de haber detectado o crear las necesidades del mercado y potenciarlas como el deseo de compra de una determinada marca, se vierten al mensaje publicitario.

Lo que no se tiene en cuenta, la mayoría de las veces, es la calidad intrínseca del producto, sus virtudes y su acierto sobre las necesidades del consumidor, que no tienen nada que ver con las apelaciones publicitarias. Esto lleva al éxito del lanzamiento y al fracaso de su reposición, mantenimiento y desarrollo del mercado.

Esta es la vía del fracaso del marketing, por cuanto no hay detrás expertos que lo hayan elaborado y porque demuestra, al no verse realizada la propuesta y concretados los beneficios que ofrece el producto, que es igual o peor que otros existentes.

Entonces el consumidor ya no cree en ese ofrecimiento y vuelve a buscar un producto que lo satisfaga, aunque pueden sobre existir una cantidad de clientes que lo sigan utilizando.

El ciclo del producto se va cerrando lentamente cuando el consumidor comienza a descreer en el, pero siempre queda un remanente del mercado que se acostumbra, se beneficia y persiste con el.

Y en el marketing político se emplea la misma metodología con candidatos creados desde cero, “nuevos”, “alejados de fracasos políticos anteriores” o “persistentes y tradicionales”, que hay que mostrarlos como constante de lo que se pretende cambiar.

Y siempre hay un exitoso “marketinero político”, con éxitos electorales a cuesta en cualquier otro país, que puede fabricar un determinado producto (candidato) que reúna condiciones mínimas para ello.

Análisis de acción estratégica para un producto (candidato)

Para identificar la situación y quién es la competencia dominante para la definición de estrategias y las futuras acciones a desarrollar, analicemos cómo y por qué surge un candidato y un partido para lograr éxito en el marketing político.

Ese personaje es el producto Macri y ese partido es el PRO y todos sus aliados. Haremos un ejercicio muy simple de su posicionamiento y segmentación, para no extendernos demasiado.

Identificación del producto: MACRI:

1.No es un político tradicional.
2-Es un empresario “exitoso”, dueño de “considerable fortuna que no necesita de la clásica corrupción de los políticos para enriquecerse”
3-Proviene de una familia con buenas relaciones con el poder económico, con lo cual representa una ventaja para el hombre común que en el imaginario se puede encarnar en su piel
4-Es presidente del club de fútbol más popular de la Argentina, exitoso, con una camiseta en la que resalta el color amarillo a ser usado como bandera político-institucional en el asalto a la Ciudad
5-Su “éxito” empresarial lo tuvo por los equipos que lo acompañaron siempre y que lo acompañarán en el gobierno

Segmentación:

1-La estructura social de Buenos Aires, a grandes rasgos, la dividen los propios habitantes entre la “gente como uno” y los otros
2-La gente como uno, es GENTE, son VECINOS, los otros son habitantes que no merecen ese status por lo cual éstos están en un lado y el pueblo, lo popular, la poblada, los piquetes están en otro. Por eso el mensaje de Macri y del PRO va dirigido a la GENTE y a los VECINOS

Posicionamiento:

1-Se identifica con el self made man de éxito, muy buena educación en establecimientos secundarios privados de prestigio y alto costo
2-Viene de la empresa privada, del mercado, de la libre empresa, de los negocios
3-Sus futuros seguidores desean también, para sí, el éxito individual de éste representante
4-Es Mauricio, como si fuera nuestro amigo o nuestra relación amistosa.

En fin, podríamos seguir con la identificación del producto, con la segmentación, con el posicionamiento pero no vale nuestro trabajo dedicarle más tiempo. Simplemente representa, está identificado, con el poder económico concentrado que pretende sojuzgar al pueblo de la Ciudad.

Pero, ¿cuando comienza la declinación?, igual que el detergente “DERECHAZO”.

Cuando el candidato prefabricado para ganar no tiene capacidad para gobernar, no tiene los expertos que lo acompañan, no tiene los equipos prometidos, no tiene planes, no sabe hablar, sus promesas de realización no se cumplen, sus manejos torpes lo demuestran timorato, sus marchas y contramarchas desorientan a sus propios seguidores y sus “obras” son maquillaje sin sentido de lo que se ve y no resuelve los problemas estructurales como había prometido, el mercado consumidor descree del detergente “DERECHAZO” y comienza la caída de ventas en la primera prueba a que lo someten (elecciones Octubre 2009), cuando su candidata estrella, Michetti, con todo el apoyo pierde un porcentaje muy importante de su caudal electoral logrado con estrategias de marketing electoral.

Y queda en evidencia total cuando su especialista en marketing, el ecuatoriano Duran Barba, declara públicamente que el producto inventado para la contienda electoral: “no tiene mucha experiencia en la política real”

Pero no olvidar, tener memoria, la baja de ventas del detergente “DERECHAZO”, no significa que desaparezcan los subproductos.


Ariel Pascielli,
Soberanía Y Liberación, Cabildo Abierto Capital

Noviembre 2009

miércoles, 4 de noviembre de 2009

OCTUBRE Y NOVIEMBRE NACIONALES Y POPULARES


por Ariel Pascielli




Son los meses de pronunciamientos nacionales y populares en Argentina y, según el calendario gregoriano, el tiempo en el cual el proletariado ruso, comandado por los bolcheviques, tomó el Palacio de Invierno en San Petesburgo cambiando el curso de la historia de la humanidad.


Octubre tiene el significado nacional, popular y transformador por la impronta que las masas populares argentinas irrumpieron con fuerza arrolladora en el escenario político para trasnformar la sociedad y recuperar la independencia política, la justicia social y la soberanía nacional.


No abundar sobre el 17 de Octubre de 1945 realza su gesta por cuanto el pueblo rescató su fuerza activa en la historia y para ello no se necesitan palabras que lo ensalcen y lo potencien, porque la realidad es la única verdad.


Octubre del 2009 nos hace vivir el momento justo en el cual "la Ley de Comunicaciones Audiovisuales, le ha devuelto al pueblo argentina la palabra al establecer que la Comunicación Social es un derecho humano".


"Una Ley que fortalece la democracia, el federalismo y que fue votada en el Congreso por mayorías contundentes", luego de largos y nutridos debates a lo largo y a lo ancha de todo el país, con amplia participación popular, académica, universitaria y especialistas y entidades del sector que introdujeron más de cien modificaciones al proyecto original del Poder Ejecutivo, que también había tomado orientación y opinión de todos los sectores, elaborados durante más de cinco años y luego de haber visto frustrados, por más de veinte años, muchos proyectos parlamentarios por acción directa o indirecta de sectores hegemónicos y monopólicos que pretenden hacer valer "derechos adquiridos" cuando en realidad son "derechos apropiados". Irregularmente.


Otro paso que recupera la Soberanía Nacional y Popular, porque recuperar la palabra es volver a tener creatividad, porque la palabra genera libertad y expresa las ideas.


Otra gesta histórica del pueblo argentino.


Pero, como en aquél 45, la derecha ha puesto, y sigue poniendo, toda la carne en el asador para detener las reivindicaciones populares.


Más allá de todas las presiones mediáticas que utilizó durante el proceso de aprobación parlamentaria del proyecto de Ley, sigue utilizando esos medios para intentar cambiar todo lo hecho con el objeto de defender sus espurios intereses.


Intentan involucrar a los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación para abrir camino a la idea destituyente, que ya han transitado un año atrás sin ningún éxito, conectando al Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para sondear posiciones de apoyo a esta pretendida acción.


En Noviembre, están desarrollando una campaña mediática de falsas acusaciones a las organizaciones sociales, de posesión de armas; están organizando una reunión de la asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa, conocida por sus siglas SIP, cuyos rimbombantes objetivos atienden a la "defensa de libertad de expresión", ocultando sus verdaderos objetivos de defensa de la "libertad de hegemonía y monopolio para garantizar sus espurios negocios y de dominación cultural, política y social".


Vienen a reunirse a Buenos Aires para exigir la derogación de la Ley de Medios Audiovisuales, atentando contra la soberanía nacional y popular, que dictó esa norma por una contundente mayoría parlamentaria, luego de ser discutida ampliamente a lo largo y a lo ancho del País, tal como lo comentamos en los primeros párrafos de esta nota.


Por eso los rebautizo: Superestructura Interempresaria Periodística


La derecha, esta circulando un mail convocando a la marcha de las velas para el primero de noviembre, con fundamentos que incitan a la reacción consolidando una falacia de miedo al pedir más seguridad nacional a través de un mensaje "desesperado" por cuanto aducen que los están matando a todos, que están matando a sus hijos y, en alguna versiones, convocando a la acción de las fuerzas armadas y de seguridad.


Se anotan de esta forma en el ambiente destituyente.


Pero, además, tratan de introducir de rondín, a través de un artículo de Martín Caparrós ("Adiós a las armas", Crítica, 23.10.09) un tema para promover la discusión sobre la necesidad de existencia de las fuerzas armadas ante la falta de "hipótesis de conflicto".


Caparrós, tildado como progresista por algunos, seguramente no ha pensado lo delicado de la situación política para discutir públicamente este tema, y su alta calidad intelectual no condice con un pensamiento político estratégico ni su pensamiento político está fundamentado sobre dicha capacidad.


Pero en este momento, tal vez incite a la derecha a mostrar a los soldados que se está frente a su probable desaparición como tales, convocando a una reacción al estilo de la derecha hondureña y los intereses del imperialismo.


Pero estamos en Noviembre y el pueblo no teme de por sí a este tipo de campaña, que puede confundir a algunos pero alimentan la actividad de la derecha.


Noviembre nos remite a recordar una gesta popular por cuanto el 20 de ese mes se conmemora la afirmación de la soberanía nacional, aniversario de la gesta de la Vuelta de Obligado cuando se enfrentó y venció a las fuerzas imperiales conjuntas inglesas y francesas.


El pueblo está actuando fuertemente para la concreción del modelo nacional, popular, transformador con desarrollo y arraigo en la Patria Grande latinoamericana y como el grito enardecido de los republicanos españoles, también elevamos fuertemente la consigna:


¡¡¡NO PASARAN!!!


Por todo eso, y muchas más cosas insertas en la memoria del Pueblo, Octubre y Noviembre son los meses de afirmación de la Soberanía Nacional y Popular.



Ariel Pascielli
Octubre/Noviembre 2009

miércoles, 9 de septiembre de 2009

LAS MASCARAS SIN ROSTRO


Un artículo de JORGE RACHID
CABA, 7 DE AGOSTO DE 2009-09-07
jorgerachid2003@yahoo.com.ar


Los egipcios las colocaban sobre los rostros de los muertos en las mortajas para representar el ser viviente, una lógica mortuoria; antes, los chinos las usaban para evocar sus leyendas y epopeyas épicas, aquí la lógica era mística. Los griegos en sus teatros las usaban para representar situaciones y personajes que trasladaban actuaciones de los artistas verdaderos, ocultos tras ellas, en una lógica representativa. En la época medieval, las usaban a las máscaras para ocultar las intenciones en las fiestas, donde evitaban comprometer a los protagonistas, en una lógica pudorosa. Los pueblos originarios las usan aún hoy para evocar epopeyas pasadas ya mitológicas o historias reales representadas en ceremonias identitarias, en una lógica religiosa. Ahora las máscaras, en nuestro país no tienen rostro detrás ni evocan situaciones, sólo sirven de escondite a quienes pretenden proteger sus intereses sin dar la cara: es una lógica cobarde y ocultista.
Muchas cosas se discuten hoy en la Argentina. Algunas forman parte de nuestra hipoteca social con un pasado que se prolonga en este presente con pobreza y marginalidad social, que debemos saldar como elemento central de cualquier acción política-estatal. Sin embargo los embates y reclamos de dicha solución llegan de la mano alzada y enérgica de quienes fueron capaces de ignorar el daño social producido por el rigor monetarista neoliberal desde los ‘76 hasta el 2001, con un desprecio absoluto por la vida, los bienes, la calidad de vida y los proyectos y sueños de millones de argentinos desplazados de la pirámide social, arrojados al fondo de la historia e ignorados por los que lograron permanecer en el sistema, tolerando condiciones humillantes de trabajo, congelamientos salariales, desplazamientos laborales, injusticias legales y todo aquello que posibilitó una situación de desempleo masiva y control absoluto empresarial-mercadista, con un Estado ausente.
Esas máscaras, titulares de medios y agendas preparadas repetidas sin cesar, que nadie se pregunta qué esconden, porque se verían los rostros que no se quieren ver –por ser protagonistas de esa historia de dolor y muerte–, son las mismas que desde otro lugar claman por la diversificación de los medios de comunicación y su democratización. No quieren nuevos actores, no quieren que otros marquen la agenda nacional, se oponen al avance de la tecnología, refieren modelos autocráticos para defender sus intereses, cuando en nuestro país funcionan a pleno las instituciones de la democracia y el republicanismo.
Usan máscara de todo tipo sin tapujos, echando versiones distorsionantes sobre los alcances de un proyecto de ley en discusión en el Congreso de la Nación. Los mismos que no dudaron en saludar las dictaduras ni elogiar los golpismos de Kissinger en Chile, ni la bordaberrización del Uruguay, ni los asesinatos de colegas periodistas en la Argentina.
Es más, muchos de esos rostros escondidos siguen escribiendo, dando cátedra sobre los manejos democráticos que se deberían tener para ser un país serio y responsable, con “seguridad jurídica”, para poder recibir de brazos abiertos las inversiones “solidarias” del capital financiero internacional.
Esas mismas máscaras que esconden la hipocresía, el engaño, el poder detrás del amparo democrático, acostumbradas a operar desde las sombras, con favores y contribuciones, intentan desnudar cualquier signo opositor a sus designios utilizando la calumnia y la difamación a través de sus cadenas informativas creando un consciente colectivo de corrupción y caos como lo describe con precisión Naomí Klein en su libro “Teoría del Kaos”, con informaciones detalladas desde el centro mismo del poder mundial. Esto es el Grupo de los 8, los organismos financieros internacionales, los grandes medios de comunicación social al servicio de una globalización financiera e informativa de fines determinados.
Así escuchamos y leemos que este conjunto de situaciones es peor que la dictadura del 76, que se intenta cercenar la libertad de expresión, que estamos en situación terminal, que el gobierno no llega al 2011, que la pobreza está en situación límite, que la actualidad social es peor que en el 2001, que no se pueden pagar los vencimientos de deuda, que se deberán emitir nuevos patacones, que el enriquecimiento de los funcionarios es escandaloso, que el país es un desastre, que las provincias están en colapso, que el mundo nos ignora, que los demás son mejores y entienden lo que pasa, que los mercados están cerrados para nosotros, que no tenemos financiamiento externo, que nadie nos compra ni nos vende, que no somos respetados, que necesitamos orden, que necesitamos mano dura y seguridad, que la droga viene de arriba, que estamos atados a Chávez, que los bolivianos nos venden gas caro y lo vendemos a Chile barato, que el plan energético es lamentable, que dejamos que hagan con nosotros lo que quieran, que tenemos fútbol pero no comida, que compramos Aerolíneas para salvar a los españoles, que los gremios de la CGT hacen lo que quieren, que el gobierno no tiene poder , con faltas de respeto y agravios constantes al Ejecutivo Nacional, que los empresarios están preocupados, que las Cámaras están pidiendo igual que el sector llamado “campo”, que se vayan, en una catarata que podría seguir sin que nos demos cuenta que sólo defienden un interés: el económico corporativo- empresarial, detrás de mil máscaras informativas.
Los argentinos venimos de experiencias de dolor y de situaciones límites. Estamos acostumbrados como pocos pueblos del mundo a atravesar crisis y sabemos que todas ellas tienen un porqué: la preservación de intereses concretos. Todavía hoy lamentamos el golpe del 76 cuando la economía estaba florecida, los trabajadores con salarios dignos y las condiciones del país eran interna y externamente óptimas. Pero necesitaban un golpe de Estado para desmontar el Estado de Bienestar, la excusa la guerrilla, pero el fondo era el plan de ajuste. Necesitaban consolidar la experiencia a futuro, por eso la irrupción del terrorismo de Estado que permitió la matanza y el genocidio.
Mano de obra barata a partir del terror sobre las comisiones internas de delegados y flexibilización de leyes laborales, el estado de emergencia lo exigía. Los medios aplaudían, los patrones también, ahora había paz –de los cementerios–, pero paz al fin saludada por el sistema en pleno. Los rostros oscuros del dolor no aparecían, sólo un grupo de madres valientes puso el pecho. “Las locas” las denominaron con desprecio el poder y los medios. Los subversivos eran los obreros que pedían condiciones justas de trabajo. Quienes no aceptaban las reglas de juego eran tratados como enemigos; cientos de empresas fueron malvendidas por la extorsión, el apriete y la persecución con tortura incluida. Ahí están las Chacras de Coria en Mendoza, entre otras, obtenidas bajo tormento.
La apertura democrática se dedicó a la cosmética administrativa y la profundización del diseño neoliberal. Cualquier conato de rebeldía era atacado por el discurso único dominante. Así le fue al ministro Grinspun cuando pretendió poner límites al FMI, eyectado. Cuando las privatizaciones fueron direccionadas a Europa en vez de EE.UU., vino Todman y los medios a tomar cartas en el asunto. Fuimos al Golfo con tropas, aparecieron las AFJP, las ART, las prepagas, las escuelas express, nos endeudamos como querían, rematamos las empresas del estado, hicimos los deberes para que el mundo nos aclamara, junto a los virreyes y los medios de comunicación aplaudiendo, mientras millones de compatriotas orillaban el hambre y la desesperación del sin destino. Nos apropiamos de los fondos de los jubilados, les bajamos las pensiones, congelamos los salarios y todo estaba bien, ni una crítica, ni un comentario, ni una diatriba contra los gobiernos de turno. El rumbo era el correcto, el pedido dentro de las reglas del juego del mercado por el Consenso de Washington. Estábamos en el “primer mundo”, donde la frivolidad reemplazó la decisión estratégica, donde la mano de plástico y la sonrisa hipócrita se vendió mejor que las conductas y los ideales. Las soberanías son negociadas en los tratados internacionales con los poderosos y aquellos que se niegan a ese camino son estigmatizados, condenados, vilipendiados, calumniados y difamados por los operadores mundiales del “deber ser”, de lo “políticamente correcto”.
Las máscaras pueden seguir escondiendo la verdad, pero no van a poder esconder sus intenciones mucho tiempo. La democracia es tensión de intereses y cada uno sabe donde se ubica en la contienda; el consenso es el pacto que congela situaciones injustas. Se puede negociar, claro que sí, pero hacerlo en condiciones de extorsión no es negociar; plantear verdades absolutas no es pedir, es exigir y la comunidad organizada requiere de un Estado que vele por los intereses del conjunto, no de un sector sobre el resto.
Consolidar leyes de las dictaduras, mantener el formato estructural neoliberal económico-financiero, volver a ser un país de commodities sin valor agregado, es definir un país al que le sobran 20 millones de argentinos. Que lo digan quienes lo quieren, entonces lo discutimos; pero no se puede reclamar por la pobreza y negarse a entregar parte de la renta extraordinaria de la tierra, no se puede decir que debemos tener una nueva ley de medios pero no es el momento de discutir; en definitiva no se puede intentar construir un país más justo cuando las actitudes son corporativas y empresariales, desconociendo la necesidad de afianzarnos como Nación y dejar de despreciarnos entre nosotros como argentinos.
Las máscaras seguirán su curso sinuoso sin mostrar su verdadero rostro, porque en la exposición anida su debilidad. Son los mismos rostros de siempre, ni siquiera reciclados, capaces de apoyar masacres en nombre de la libertad y la democracia; los que defendieron la postergación indefinida de las necesidades en función del crecimiento en la famosa teoría del derrame, los que desmontaron la solidaridad social para construir el exitismo individualista y perverso de la cultura dominante desde el 76, quienes con pensamientos eurocentristas o con relaciones carnales desconocieron los fundamentos de la identidad nacional, quienes siempre están planteando la reconciliación después de posicionarse desde la violencia institucional.
Quienes apostamos a reconstruir la Nación lo hacemos sobre la base de la verdad y la justicia, no desde la ideología; los peronistas la tenemos y la exponemos, convocando desde los buenos seres humanos hacia delante, pero sin ser ingenuos con los especuladores y codiciosos, los fanáticos y oportunistas forjados en estos años de destrucción del ser nacional. A los dueños de la racionalidad y de los buenos modales, les decimos que no somos dueños de nada más que de nuestros sueños y esperanzas de una Argentina más justa, más libre y más soberana, con un compromiso inclaudicable junto al pueblo y una vocación de servicio militante.

domingo, 19 de julio de 2009

CONSEJO ECONOMICO SOCIAL


por Ariel Pascielli


Con permiso voy a entrar
aunque no soy invitado
pero en mi tierra el asado
es de todos, no es de naides
Atahualpa Yupanqui


Introducción

Las ideas que estoy tratando de volcar en este escrito, se basan en el trabajo sobre el mismo tema que nos hiciera llegar el compañero Jorge Rachid, y pretenden que la convocatoria del Gobierno Nacional a la constitución de un Consejo Económico Social, aparentemente impulsado sobre la base de un organismo similar existente en España, no sea el reflejo en Argentina de su similar español, surgido con impulso gubernamental, luego de la visita de Cristina Kirchner a ese país, y que, aparentemente, podría tener la impronta de entidades similares que existieron en Argentina.

Situación política, económica y social

España es una Monarquía en la cual el Rey tiene una presencia fuerte, ya sea en lo formal como figura de salvaguarda del régimen de gobierno, en lo informal y subliminalmente por la presencia que le confiere el imaginario popular y como introductor e impulsor de negocios a favor de la presencia del establishment español en el plano local y en el ámbito internacional, como Jefe de Estado, y el Gobierno cuyos asuntos son atendido por la figura de un Presidente elegido por el voto popular.

En este plano, alternan en el Gobierno, el Partido Socialista Obrero Español y el Partido Popular, como las dos organizaciones de mayor presencia política que han prácticamente conferido al sistema calidad de bipartidista, pese a la presencia de fuerza locales de menor envergadura y otras que, además, gobiernan algunas comunidades.

Los empresarios tienen una organización gremial poderosa que los agrupa y los trabajadores dos centrales: Confederación General del Trabajo y Comisiones Obreras que, estratégicamente, actúan en consuno la mayoría de las veces. La tercera pata de la mesa es el Estado.

Este esquema general es el resultado actual de lo que inició el famoso Pacto de la Moncloa, que garantiza el funcionamiento del Estado español como una sociedad abrazada al sistema capitalista imperante, donde nadie, o casi nadie, saca los pies del plato.

Argentina es un país arrasado por el neoliberalismo, con una gran dispersión en la presencia política por la existencia de muchas corrientes de acción, cuya diáspora está latente en forma permanente; con agrupaciones gremiales empresarias dispersas por la defensa de intereses sectoriales y donde se mezclan poderosos con medianos y pequeños; con una Central sindical que alienta el policlasismo y que no ha mostrado ningún interés efectivo por implementar acciones a favor de los trabajadores que dice representar ó de políticas de corto, mediano y largo plazo para terminar con la injusticia social en Argentina; con otra Central sindical, sin personería gremial que le permita actuar abiertamente como tal dentro del sistema, aunque conservando valores y reivindicaciones que la pueda acercar más a los intereses que representa. Estas dos centrales en conjunto no llegan a representar el 30% de todos los trabajadores potenciales del país, estén estos en actividad formal o informal o desocupados.

Un país que fue orientado a partir del Consenso de Washington, a ser productor de comodities, explotando la riqueza primaria y destruyendo todo atisbo de producción industrial, con preponderancia de prestaciones de servicio en manos de multinacionales, con altos índices de desocupación, con altísimo porcentaje de marginados y ciudadanos viviendo por debajo de los límites de la pobreza y la indigencia y con un alto grado de especulación financiera atada a los vaivenes de la globalización ultraliberal.

Frente a este panorama, se está proponiendo la constitución del Consejo Económico y Social, invitando a las entidades agrarias con intereses concentrados y al servicio de los negocios de poderosas empresas multinacionales y donde conviven medianas y pequeñas empresas o productores; se convocará a centrales empresarias donde convergen empresas multinacionales, empresas nacionales grandes y donde, por diversas razones, también coexisten pequeñas y medianas empresas de producción y servicios.

El Estado estaría presente a partir de los funcionarios del gobierno de turno que puede tener diferentes concepciones de construcción y mantenimiento de una sociedad capitalista.

El peligro de este tipo de construcciones es que siempre van a tratar de imponer un sistema de relación económico y social que beneficie a los poderosos de turno, perjudicando los verdaderos intereses del pueblo.

Vale decir: más de lo mismo.

Propuesta:

A continuación, enumeramos algunas propuestas para ser consideradas, modificadas, ampliadas o, simplemente, dejadas de lado:


1. La participación debe ser igualitaria para todos los sectores


2. Los sectores deberán estar representados por rama de producción y por tamaño de las empresas que conformen la representación gremial, de acuerdo a una escala que se establecerá


3. Los sectores sindicales serán representados por las Centrales Sindicales que actúen públicamente como tales en el país, tengan o no personería gremial


4. Lo sectores de la pequeña y mediana empresa agropecuaria serán representados por los movimientos que los agrupe y que hayan actuado públicamente en el país y que sean reconocidos como tales por la Subsecretaría de Agricultura Familiar


5. Los Movimientos Sociales, que involucran tácitamente al 70% del pueblo trabajador, activo o pasivo, informal o desocupado


6. Las entidades de la cultura, la ciencia y la tecnología por su aporte a la construcción de un nuevo país


Definiciones:

“Bajo el manto del tráfico ideológico de la modernidad y la globalización, se ha desarrollado un concepto cultural en el que abrevaron no menos de dos generaciones de argentinos, basado en el consumismo, el individualismo, y el éxito para hoy sin tener en cuenta un mañana posible.

“La construcción de un modelo político y social diferente es crucial como etapa superadora. Solamente la organización del pueblo y el fortalecimiento de sus demandas históricas y reivindicativas de justicia social, independencia económica y soberanía política, pueden lograr este objetivo para instalar fuertemente a la Argentina en la Patria Grande Latinoamericana, hoy transitando caminos de consolidación y desarrollo.

“Hay una realidad dolorosa a la cual se le debe dar respuesta inmediata y, al mismo tiempo, abrir el camino para un futuro a través de un proyecto estratégico de construcción comunitaria con una planificación clara y permanentemente monitoreada, incluyente, participativa del conjunto de los sectores sociales para mejorar situaciones críticas a través de una acción inmediata.

“Se requieren organizaciones del pueblo para que existan políticas sociales al corto, mediano y largo plazo, con ejes claros que permitan a los sectores populares sentirse protagonista de los cambios y no meros receptores.

Sin esas premisa no existen políticas a largo plazo, por cuanto los objetivos a definir deben ser construido claramente desde las bases, compartidos, discutidos y protagonizados para que los sean de corte estructural, modificatorios de situaciones existentes y no paliativos de coyunturas.

“Sin un acompañamiento orgánico, con presencia y lucha cultural que marque los paradigmas, estarán divorciadas las acciones y propuestas de los dirigentes de las verdaderas necesidades y demandas del pueblo.

Por eso, en un organismo supraestatal como debe ser el Consejo Económico Social, deben estar presentes los movimientos sociales para discutir políticamente el país que se pretende y la sociedad que se debe construir con acciones de inmediata atención y con la planificación del corto y mediano plaza.

Para que se discuta lo que involucra a todos, teniendo en cuenta la referencia al maestro Ata, “porque en mi tierra el asado es de todos y no de naides”

Los Movimientos Populares, con su estructura territorial debe forzar su presencia en el Consejo Económico y Social para discutir acciones políticas que la lleven a ser la herramienta popular que represente los intereses de las mayorías argentinas, íntimamente entroncada con el pensamiento y acción de otros pueblos de la Patria Grande Latinoamericana.



Con permiso voy a entrar
aunque no soy invitado
pero en mi tierra el asado
es de todos, no es de naides
Atahualpa Yupanqui

martes, 14 de julio de 2009

¿REFORMA POLITICA o REFORMA ELECTORAL?


por Ariel Pascielli


El 9 de julio, desde Tucumán, la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner convocó a la ciudadanía al diálogo sobre tres ejes de discusión, uno de los cuales lo llamó reforma política, explayándose con tópicos y ejemplos para abordar el tema.

Por el tenor dado a su discurso pareció que la intención era abordar una reforma electoral mas que una reforma política, por cuanto hizo hincapié en la necesidad de llamar a internas abiertas para la designación de candidatos, lo cual no está mal, si se toma como punto de discusión el proyecto en ese sentido presentado por ella misma cuando se desempañaba como Senadora Nacional.

Desde ése punto de vista el tema no debería tener mucho para dialogar, siempre y cuando se pretenda legislar para acotar proliferación de candidatos a cargos ejecutivos que surgieren como resultado de campañas personalizadas, sin el respaldo de partidos políticos organizados en base a estructuras con soporte doctrinario, programático y con propuestas claras para mejorar la calidad de vida de los argentinos.

Es necesario poner sobre la mesa la realidad de nuestro país, en cuanto a la carencia de estructuras políticas que representen los distintos intereses en pugna en la sociedad. Las pocas “estructuras partidarias” que existen ya no representan intereses sectoriales definidos, sino que están al servicio de la coyuntura electoral, como las falsas personerías que se alquilan para facilitar las maniobras de especuladores y negociados de la política argentina.

Esa política ninguneada, despreciada y rechazada por la mayor parte de la ciudadanía, impulsada por maniobras de baja estopa por los propios políticos e impulsada por la cultura dominante que trata de evitar la representación de los ciudadanos, aunque se llenen la boca hablando de democracia, siempre y cuando esa democracia sea para ellos, personeros de una pretendida élite dominante.

La constitución de partidos políticos, surge en la “democracia representativa” para defender intereses sociales y económicos de las diferentes capas que integran la sociedad, a partir de ideas convertidas en ideología, en doctrina. Con propuestas de transformación o de defensa de lo establecido, que se plasman en programas de acción, plataformas de actividades inmediatas que, en definitiva, tratan de construir una sociedad diferente transformando lo conocido.

Para ello es necesario construir herramientas políticas orgánicas, con estructuras bien definidas a partir de objetivos políticos, lineamientos estratégicos y acciones tácticas, que consoliden esa herramienta.

El partido político debe ser una herramienta de transformación con claras ideas de práctica aplicación, con programas internos de formación para sus adherentes y definiciones públicas que aliente a la ciudadanía para darle su apoyo, no solamente en el acto electoral sino en la acción política de todos los días.

La estructura formal de un partido político debe estar compuesta por dirigencia, cuadros, afiliados, adherentes, simpatizantes, con criterio de “democracia participativa” en sus definiciones sobre los diferentes temas que hagan a su vida y con la elección de sus integrantes.

Más allá de las ideología debe ponerse en discusión el tema político por cuanto es la savia misma que alimenta al sistema. Sistema que se traslada al acto electoral cuando se nominan candidatos entre los mejores integrantes y los que reúnan una serie de condiciones que los sindiquen como los más aptos para ocupar funciones de diferentes características.

Por eso, más allá que una discusión táctica en cuanto al sistema electoral, según el llamado de la Presidenta, debemos tomar conciencia clara de las necesidades del sistema político argentino que, claramente, pasa por considerar la necesidad de partidos representativos de los intereses en pugna en la sociedad, permeables, transparentes, organizados, difusores de doctrina y abiertos al debate político, descartando las postulaciones de marketing sobre personas que, a no dudarlo, siempre buscan servir a intereses que pretenden manipular a la ciudadanía.

Por eso debemos discutir reforma política profunda para poder discutir, luego, reforma electoral.

domingo, 12 de julio de 2009

La derrota del kirchnerismo: la naturaleza del escorpión


por Alberto J. Lapolla*
09-07-2009
Una derrota muy anunciada

Luego del amargo sabor de las elecciones del domingo 28 de junio, se hace imprescindible reflexionar sobre los hechos acaecidos y la perspectiva mediata, dada la peligrosidad de la bestia al acecho. El gobierno nacional ha sido derrotado en las urnas de manera contundente –aunque conservando las primeras minorías nacional y parlamentaria- pero diversificada –es decir no hay un único ganador, más allá del complejo sojero- por una conjunción comandada por la sempiterna –y hoy refortalecida- oligarquía terrateniente -hoy sojera- unida a todas las capas de productores rurales pampeanos (al gobierno le fue bastante bien fuera de la Pampa Húmeda), unida también al gran empresariado beneficiado en todos los órdenes por el gobierno kirchnerista; a la jerarquía católica, a los sectores ultrarreaccionarios que quieren ver liberados de culpa y cargo a los genocidas hoy presos o en proceso de serlo, al neoliberalismo PRO y panradical, al nuevo submundo del narcotráfico que con la mejor metodología maoísta supo ‘crear el agua para que nade su pez’ –con tatuaje narco incluido-, a los representantes patronales en el movimiento obrero –ellos mismos patrones y terratenientes como el Momo Benegas-, al ex senador Eduardo Duhalde –jefe político de todo este entramado restaurador-, y a sectores del campo popular que siguen sin entender la trascendencia continental e histórica del kirchnerismo, más allá de sus defectos y limitaciones. Todo este conglomerado piloteado y conducido por el ejército mediático de ocupación, constituido por casi todos los canales de televisión de todo el país, las empresas de cable de todo el país, las radios de todo el país, los principales diarios de todas las ciudades del país, las revistas, los principales portales y servidores de Internet, elementos todos pertenecientes en un 94% a tres grupos empresarios, que por supuesto hicieron de toda la oposición, incluyendo a Proyecto Sur, sus candidatos propios. Cabe aclarar que en el mundo actual, donde el modelo neoliberal ha colapsado, las cadenas multinacionales multimediáticas son el principal reservorio de la restauración neoliberal y fascista contra el avance de los pueblos. Así puede comprobarse con el golpe de Venezuela de 2002, el intento de secesión en Bolivia de 2008, el apoyo al genocida colombiano Uribe durante su invasión al Ecuador, el reciente golpe en Honduras –‘casualmente’ coincidente con nuestra elección, mientras Eduardo Duhalde se reunía en Europa con los jefes de la derecha mundial y los medios argentinos señalaban ‘que la causa del golpe era la amistad de Zelaya con Chávez’-, el proceso de destrucción de la avanzada sociedad italiana de posguerra y la restauración de la Italia fascista con las Leyes Raciales del Ducce incluidas –ahora con exclusión de los judíos, pero igual que en 1933, contra africanos y gitanos, ahora con el agregado de nosotros los ‘sudacas’. El rol de este Estado Mayor del neoliberalismo y la derecha mundiales, fue particularmente devastador en la derrota del gobierno kirchnerista. Gobierno que bueno es decirlo, no atinó a aplastar a su enemigo mediático. Cabe una primera reflexión al respecto, creemos que no se puede ‘jugar a la guerra’ con Clarín. O se lo aplasta o se acepta su lugar como jefe de la oposición. Pero poco sirven los juegos de artificio contra tamaño monstruo dueño de la mente, la cultura y el deseo de buena parte de los argentinos y las argentinas. Nada impedía al gobierno enviar la nueva ley de Medios Audiovisuales al Congreso apenas aprobada la estatización de las AFJP. Nada impedía al gobierno hablar por cadena nacional por todos los canales públicos, privados y de cable regularmente, explicando y aclarando los temas necesarios y difundiendo de primera mano la acción de gobierno. Nada impide al gobierno lograr que el excelente Canal Encuentro sea visto en todo el país como canal de aire, dando batalla cultural e ideológica -que de eso se trata- a los medios del poder colonial. Nada impide al gobierno que Telesur –canal del cual Argentina es miembro fundante- pudiera ser visto en todo el país como un canal de aire y gratuito, para ayudar a entender la nueva situación continental de la que somos parte. En fin, nada impide al gobierno nacional reeditar la ‘Gazeta de Buenos Aires’ fundada por Mariano Moreno y transformarla en un periódico gratuito para todos los argentinos, disputando así con calidad, el terreno de las ideas con los medios de comunicación del complejo oligárquico. Nada habría impedido al gobierno dotar a todos los movimientos sociales, sindicales y populares de radioemisoras y canales de televisión de alcance nacional o regional. Ese dinero hubiera sido mucho mejor gastado que los subsidios a grupos mediáticos, o que en comprar -por un rato- la voluntad informativa de mercenarios periodísticos que utilizan el resto del tiempo para atacar a nuestros gobiernos hermanos de Venezuela, Cuba, Bolivia, Ecuador o Nicaragua. Los medios utilizados para influir las tapas de Clarín hubieran sido mucho mejor invertidos, si se hubieran creado cientos de nuevas emisoras radiales y televisivas de la CGT, la CMP, la CTA, los movimientos de derechos humanos y de todos los movimientos sociales del país. La lucha contra la oligarquía en todas sus formas, como enseña nuestra historia no puede tomarse a medias: o se la aplasta o nos aplasta. Aun tenemos tiempo de corregir, pero no podemos dejar expresar que presentimos, que tal vez ya sea tarde.
El triunfo sojero-monsantiano

En 2008, el gobierno fue sorprendido por la virulencia del conflicto con los rentistas rurales, sufriendo un desgaste innecesario, mostrando que el kirchnerismo parecía no tener noción del monstruo al que estaba enfrentando y al cual había ayudado a crear. El gobierno perdió allí el ‘consenso de la opinión pública’ y no la pudo recuperar hasta ahora. Con claro tono vencedor, el principal referente de la multinacional Monsanto en la Argentina, y principal operador del conflicto del ‘campo’, el Ing. Héctor Huergo, reflejó nítidamente desde las páginas de Clarín Rural –casi un folleto de publicidad de Monsanto en la Argentina- el resultado electoral: ‘Ganó la Argentina verde y competitiva,’ tituló exultante. Cabría aclarar, ‘ganó la Argentina enclave agroexportador de "pasto-soja", perdió la Argentina industrial, productiva inclusiva y distributiva que se estaba recuperando’. Como muy bien señaló Horacio Verbitzky, ganaron todos los que se identificaron con el rentismo sojero durante el conflicto ‘del campo’: Cobos, Duhalde, De Narváez, Reutemann, Solá, Juez, Marcri (aunque perdió en 30 puntos en Capital) y Pino Solanas. Perdieron el gobierno, la CGT, la CMP, la CTA (aunque algunos de ellos crean que ganaron), el movimiento de derechos humanos y todos los que queremos el retorno a una nación justa, libre y soberana. Es decir perdió el proyecto de volver a una Argentina industrial, tecnológica, científica, inclusiva, ‘en blanco’, con derechos para todos, y con una distribución justa del ingreso. También se debilitó la posibilidad de discutir el modelo sojero y poner en debate la necesidad de repoblar el país a través de una profunda reforma agraria que cree nuevos cientos de miles de productores familiares que vuelvan a producir alimentos sanos en lugar de ‘pasto-soja’ para China o ‘carne basura’ en los feed-lots. Perdió la Argentina de los trabajadores empleados y desempleados, de los pequeños productores rurales no sojeros –los dos tercios del total. También perdieron aunque no lo crean y festejen la derrota de la ‘montonera’, los cientos de miles de pequeños y medianos comerciantes y empresarios, que se beneficiaron estos seis años de crecimiento a tasas chinas, que aprovecharon para cambiar el auto o el departamento, irse de vacaciones cada verano y de miniturismo cada fin de semana largo, también para comprarse todo lo que necesitaron. Pero como observa muy bien Enrique Martínez, ese sector no entendió, que le fue bien por las políticas correctas aplicadas por el gobierno, y no porque son ‘vivos’ y ‘supieron hacerla’. A veces esclavizando a los ‘bolitas’, o a los peruanos, o superexplotando a los trabajadores en negro. Todos esos también perdieron, pero festejan su propia derrota, por ‘la naturaleza del escorpión’ de nuestra burguesía grande, mediana o pequeña. Esa es la Argentina que perdió. La de la SRA, CRA, la FAA, Carbap, AAPRESID, Monsanto, De Ángeli, Martínez de Hoz, Grondona, Biolcatti, Buzzi, el PCR, Clarín, y algunos que mejor no nombrar, esa ganó. De lo que haga el gobierno en los próximos treinta o cuarenta días, dependerá si ese triunfo perdurará en el 2011, si las fuerzas populares podremos revertirlo, o si por el contrario, no habrá 2011, sino 2010, como pregona don Mariano y prepara don Eduardo Alberto.

La naturaleza del escorpión

El gobierno no pudo recuperar ‘la opinión pública’ luego de la derrota frente al campo. Esa fuerza atroz, hegemonizada por la alianza de las 6900 familias dueñas de la mitad de la Argentina, la jerarquía católica, y las viejas –y nuevas- jerarquías militares, judiciales y policiales que históricamente logró derrotar todo intento de liberación nacional y social desde Moreno en adelante, incluyendo a Perón y los ‘70, ha vuelto a triunfar una vez más. Esta vez por medio de las urnas, utilizando el nuevo púlpito que le regalan los televisores insertados, en cada hogar, en cada mente de los argentinos y de las argentinas. Más allá de los errores del gobierno, cabe señalar que una parte importante de nuestro pueblo, vuelve a quedar prisionero de las trampas de los medios y de las complejas relaciones culturales y políticas, surgidas de la brutal desindustrialización de la nación y la terrible fragmentación social por ella producida. Un sector de nuestro pueblo parece dispuesto a seguir ‘sosteniendo nuestras cadenas’, tal como clamaran miles de españoles cuando Fernando VII retornara al trono y ordenara quemar las lenguas de quienes habían jurado la constitución liberal de 1808. Los votantes de De Narvaez, seguramente se arrepentirán de ello, como acaba de ocurrir con el 50 % de los votantes de Macri del 2007. (Macri es el otro gran derrotado en esta elección, así como Pino Solanas uno de los grandes ganadores, ayudado por el poco representativo candidato que pergeñó el kirchnerismo en Capital, que una vez más prefirió regalar la Ciudad, sin entender que así entregaba también buena parte del Primer cinturón bonaerense). Los votantes de Reutemann –escuálido ganador, inflado por los medios y autotitulado ‘vencedor’ del Peronismo, ¿han olvidado las lacras de su gobierno, la destrucción de la Santa Fe industrial chacarera y ferroviaria. ¿Olvidaron las inundaciones y la propagación desenfrenada de la sojización, con su secuela de cáncer y las malformaciones? ¿Olvidaron acaso cómo el Lole empobreció esa rica provincia? POr otra parte, hay que reconocer que hubo políticas del gobierno que ayudaron a este resultado: la falta concreta de la resolución de la pobreza profunda del conurbano y de vastas regiones del país; la no recuperación de los ferrocarriles a nivel nacional que hubiera creado miles de puestos de trabajo, recuperando inmensos territorios para una vida digna, hoy marginados. El gobierno también equivocó el camino al gastar fortunas en las capas medias y en los intendentes del conurbano, no apostando a invertir esa colosal suma en la reindustrialización efectiva del país desde el Estado. Debió abandonar esa teoría, de ‘reconstruir la burguesía nacional’. Cada vez que se la reconstruye, casi como una maldición, recupera su naturaleza, es decir ‘la naturaleza del escorpión’, destruyendo a quien la ayudó a cruzar el charco o a reconstruirse. Pasó con Irigoyen, Pasó con Perón dos veces, pasó con Illia, y pasó ahora con los Kirchner. La burguesía nacional, esa a la que apoyaron de todas las maneras posibles, acaba de decirles que no los quiere. Que no quieren reindustializarse, ni apostar a un mayor mercado interno. ¿Para qué?, ¿para qué esos ‘negros de mierda’ vuelvan a hacer un 17 de Octubre, un Cordobazo u otro 19 y 20? ¿Para qué esforzarse en la reindustrialización?, si la Argentina es el único lugar del mundo donde los industriales, los banqueros –y hasta los sindicalistas y políticos corruptos- se hacen estancieros. En lugar de ello, el gobierno debió haber fortalecido al movimiento popular, reconstruyendo la clase trabajadora empleada y desempleada. La de los sindicatos y la de los movimientos sociales. Al mejorar nítidamente los ingresos de todos los trabajadores, activos, pasivos, ocupados y desocupados, por todos los medios posibles, ortodoxos –aumentos de salarios, pensiones, jubilaciones, planes sociales dignos y verdaderos subsidios de desempleo- y heterodoxos –monedas paralelas no convertibles, subsidios masivos, entrega de dinero en masa a la población, créditos blandos baratos y accesibles, etc, etc-, estas medidas habrían enriquecido igual a los sectores medios y a la burguesía, pero a diferencia de los ‘planes heladeras, automóviles y lavarropas’, habrían favorecido nítidamente a los sectores más pobres que habrían así votado al gobierno sin dudas, tal como hacía Perón, por ejemplo. Y entonces la elección habría sido ganada claramente por el kirchnerismo en el lugar más sensible al Peronismo: el conurbano bonaerense, que sigue esperando su reindustrialización y el retorno de su dignidad perdida. Claro, eso implicaría que muchos intendentes se quedaran sin el voto cautivo o clientelístico, liquidando esa asociación mafiosa entre desempleo, policía, políticos, narcos y delincuencia que caracteriza la política del conurbano desde 1980. Esto fue expresado sin ambages por algunos dirigentes del PJ bonaerense el día 29, cuando por lo bajo decían, ¿cómo que perdimos, si entre las dos listas sacamos casi el 70% ? Este fue tal vez el error estratégico mas serio del gobierno: los pobres aun siguen siendo pobres y su voto puede ser disputado por la narco-TV-derecha, pudiendo ser seducidos por alguna prebenda como las del efedro-colorado. Cosa que no ocurriría si tuvieran empleo en blanco, sindicatos, comisiones internas, clubes de barrio, ferrocarriles, transporte digno, organización sindical barrial y social zonal, trabajo en su lugar, salud y educación dignas, salarios dignos por ocho horas de trabajo y fácil acceso a la tierra y al crédito. Esto es, creando miles de empresas allí donde cerraron entre 1976 y el 2001 y un Estado presente, a su lado y en su defensa. Un conurbano donde se discuta como los niños y jóvenes mejoren cada vez más su nivel educativo y no, cuántos años pasarán en la cárcel o qué nuevos sistemas represivos se aplicarán contra ellos. Es inconcebible que un gobierno popular tolere tal cantidad de compatriotas abandonados en la calle, la pobreza y la indigencia, con su secuela de droga y delincuencia para sobrevivir, que vemos cotidianamente en las calles. La no resolución concreta, con políticas activas y directas de estas situaciones graves, dificultó la comprensión por vastos sectores populares de la excelente acción macroestructural del gobierno kirchnerista, la mejor desde 1973 sin dudas. Ese habría sido el principal antídoto para el veneno de los medios de comunicación. El gobierno puede revertir la derrota, cambiando el eje de acumulación política, juntándose con los movimientos sociales, la intelectualidad de Carta Abierta, la CGT, la CTA, lo mejor del PJ, los sectores medios aliados, el grueso de los pequeños productores rurales, los sectores políticos que levantan programas similares, pero también tomando medidas inmediatas como la reconstrucción ferroviaria hacia el interior y políticas de redistribución urgentes a favor de los pobres. Es necesario recrear una nueva alianza política que regenere una nueva etapa del movimiento nacional y popular, superador claro está, del pejotismo agotado, tal como había planteado la rebelión popular de diciembre de 2001. Rebelión que la derecha se prepara para aplastar en sus efectos mas profundos. Es una posibilidad, la otra ya la conocemos y nos eriza la piel.

*Ing. Agrónomo; genetista

jueves, 25 de junio de 2009

EL PODER DEL DINERO


por Jorge Rachid


Cuando se afianzó la cultura neoliberal como dominante en nuestro país, apuntalada a sangre y fuego por la dictadura militar del 76, se instaló la lógica del dinero como sinónimo de éxito social y, al mismo tiempo, como consolidación del poder político.

Aún cuando el neoliberalismo, después de décadas de hegemonía fue rechazado políticamente por la sociedad en las tristes jornadas del 2001, estructuralmente sigue marcando agendas y compromisos que persisten hasta nuestros días, y por ende, en el marco de la campaña electoral. Así la contienda se visualiza por andariveles marketineros, con costosos asesores de imagen, diciendo y desdiciendo, afirmando y negando según las encuestas de los cientistas sociales, sin avanzar en contenidos ni mostrar historias de compromiso o dedicación personal, y todo con un mínimo interés por los asuntos de la Patria.

Como si la historia no existiese y el pueblo no fuese el único protagonista, candidatos sorpresa aparecidos a fuerza de millones de dólares, conforman una especie de nueva comparsa en la frivolización violenta de la política, con claro contenido e intencionalidad de des-ideologizarla, al mejor estilo del Fin de la Historia de los 90 y del discurso único neoconservador. Cuando no existe la política es porque hay una política y en ese sentido el poder del dinero tiene muy claro su esquema estratégico y su modelo de acumulación.

No es casual que de la mano del neoliberalismo se hayan instalado desde la farandulización hasta la negación de la política como herramienta de transformación social de los pueblos. Cuando la “polis” no existe, la democracia se limita al acto electoral convocado y ejecutado según los parámetros del poder estructural, aquel que nunca gana una elección pero que decide todas las acciones posteriores o pretende hacerlo. Esa es la verdadera lucha electoral, aquella que derrote esta lógica o aquella que la afiance.

Se puede pregonar maximizar el conflicto desde la oposición, pero desde el Gobierno el desafío no es pelear, el desafío es vencer, y para hacerlo se debe desmontar la lógica del dinero recuperando la política como eje de la construcción de un nuevo modelo social basado en la cultura del trabajo, demoliendo el facilismo de competir en el mismo sendero de los vendedores de espejitos de colores, nuevos conquistadores, encantadores de serpientes que avalados por supuestos pergaminos comprados a precio vil, se aprestan a un nuevo saqueo de nuestro país.

No tienen pudor en afirmar en campaña cualquier disparate, desde intentar recuperar la imagen del Che hasta declararse peronistas, desde tener “patas peronistas” para mostrar un “negro “amigo hasta intentar leer algo mas que historietas para mostrar estatura personal que solo poseen en la chequera. Candidatos “de laboratorio” antes que personas de carne y hueso, convocan desde la necesidad individualista de ocupar lugares, pasando como ambulancias levantando a los que otros dejan “heridos”, en una sociedad política dirigencial que ha abandonado sus convicciones ideológicas por ocupar una banca a cualquier precio y sin pertenencia alguna, en clara muestra de individualismo neoliberal.

Así el dinero fluye desde gigantografías hasta spot publicitarios, parecidos al yougourt dietético o al polvo limpiador de pisos, todo reluce o adelgaza aunque se trate de una campaña electoral sometida a la parodia televisiva como forma de esconder el verdadero debate de fondo: entre un camino recorrido, impensable, de recuperación del Estado en todos sus niveles con recuperación de empresas y servicios, hasta una Justicia y el Parlamento en pleno funcionamiento o un sendero estrecho de retorno neoliberal, que marginó y humilló a millones de compatriotas y rematando el capital nacional acumulado por generaciones de argentinos representado por las empresas públicas, dilapidadas irresponsablemente de la noche a la mañana con la lógica de la rentabilidad.

Cual es la rentabilidad de la salud y la educación?. Cual la de la investigación científico tecnológica y el manejo de tecnologías de punta?
Que producen los jubilados y los niños mas que gastos? Para que queremos Fuerzas Armadas sin hipótesis de conflicto en un mundo globalizado? Si los satélites no son nuestros, no importa les pedimos información a quienes lo tienen.

Así podríamos seguir con la Caja de Pandora del coloniaje, en una lógica de poder basada en el dinero que nos lleve a vender la Patagonia por no ser rentable o alquilar Catamarca o La Rioja por economías inviables. Quien quiera esa Argentina que se haga cargo y deposite su voto envasado en el mismo producto publicitario, afianzando el consumismo descontrolado, el exitismo individual y la diáspora social.

Quienes queremos la otra Argentina, la de la solidaridad, la del compromiso con los trabajadores, los humildes y los desposeídos; quienes creemos que habrá hipoteca social pendiente mientras haya un solo pobre, que cualquier niño de la calle es nuestro hijo, que es intolerable cualquier muerte evitable en nuestro país o un solo compatriota analfabeto; los que queremos recuperar Latinoamérica como nuestro espacio común y la cultura del trabajo como solidaridad militante, defendiendo los intereses nacionales y los derechos humanos, poniéndole cepo a la restauración conservadora, para felicidad del pueblo y la grandeza de la Nación, y orgullosos de ser peronistas, sabremos votar.

Ni un paso atrás en las realizaciones, modificar las conductas, cambiar actitudes, convocar sectores desplazados del campo nacional y popular, hacerlo desde el peronismo reconstruido y movilizado, derrotando el enano neoliberal que todos llevamos adentro y que destruyó en parte la militancia, es todo un desafío posterior al hecho electoral, que debe hacerse y debemos comprometernos a transitarlo.

JORGE RACHID
jorgerachid@yahoo.com.ar
http://www.jorgerachid.blospost.com/
24 de junio de 2009

martes, 23 de junio de 2009

En defensa de Moreno, Castelli, Belgrano, el Plan de Operaciones y la Revolución de Mayo, en tanto continental e indiana


(Una polémica con José Pablo Feinmann)


Por Alberto Jorge Lapolla*
20 de junio de 2009


Parafraseando a Lenin,Sin 1905, Octubre habría sido imposible’: Sin 1780 (Túpac Amaru), Mayo no habría sido posible.


Es el objetivo de este trabajo es polemizar con dos artículos de José Pablo Feinmann -a quien mucho respetamos- publicados por Página 12, uno el 25 de mayo y otro el 7 de junio (éste en Peronismo, Filosofía...).(1) En ellos, Feinmann vuelve con sus reiteradas críticas sobre el ideólogo y principal motor de la Revolución de Mayo, el Doctor Mariano Moreno, aun cuando ya no con la ferocidad con que lo trató en su libro la Sangre Derramada , donde casi lo acusa de agente británico, ahora por lo menos ya lo ve como un ‘revolucionario utópico y vanguardista, enemigo del Imperio británico’. Feinmann plantea, en mi opinión, una mirada errónea sobre Mayo, pero allí radica creo, casi todo el debate histórico actual del campo popular, aquel que debemos abordar para trazar líneas sobre nuestro presente y futuro. Si como planteara A. Gramsci, ‘la historia del presente es la política del pasado y la política del presente es la historia del futuro,’ no es vacuo repensar nuestro pasado para poder pensar el presente y el futuro. En esa línea de pensamiento de vincular el pasado con el presente, coincido plenamente con José Pablo. Sin embargo, pareciera que como buen hegeliano Feinmann, posee todos los elementos para un buen análisis, pero éstos están, digamos, revertidos en su línea de pensamiento. Plantea allí una serie de equívocos sobre nuestra historia que me parece, tergiversan el sentido revolucionario, continental e indiano de la revolución de Mayo de 1810, ocurrida en Buenos Aires, pero simultánea con la oleada revolucionaria iniciada el 25 de mayo pero de 1809, en Chuquisaca, continuada en junio en la Paz , en julio en Quito, en abril de 1810 en Caracas y que sacudiría al continente todo, concluyendo exitosa en Ayacucho en 1824 –o si se quiere en Tumusla en 1825- también en el Alto Perú. Es decir que la revolución continental que nos libraría del yugo del Imperio español, comenzó en el Alto Perú (Bolivia) y termina en el Alto Perú, mal que les pese a los idiotas que apostrofan despectivamente ‘bolitas’ a nuestros gloriosos compatriotas bolivianos, a quienes debemos sin duda, gran parte de nuestra libertad, gracias a su heroica resistencia en la guerra de guerrillas de catorce años contra los Godos. La revolución entonces comienza y termina en Bolivia, y ¡oh, casualidad! con Bernardo de Monteagudo, -tupamaro-jacobino si los hubiera- ubicado en el centro de ambos sucesos, de dicha historia emancipatoria: en Chuquisaca en 1809 en la Junta Tuitiva y en el gobierno de Bolívar en el Perú en 1824. Emancipación nacional y social incompleta, pero superior a todas las revoluciones burguesas anteriores. Nuestra Revolución conseguirá la abolición de la esclavitud y la supresión de la servidumbre india y su igualdad según propone Moreno en el Plan, y tal como decreara la Asamblea de 1813, cosa que no ocurriera ni en Holanda, ni en Inglaterra, ni en Francia, ni en los Estados Unidos. No podía ser de otra manera pues estaba precedida por la insurrección Tupamara de 1780-84 que proclamó ambos derechos. Es decir se trató de una verdadera Revolución, tal como lo reconoce el historiador británico-canadiense H. Ferns, especialista en nuestro país, en su libro La Argentina: ‘La revolución contra España, a diferencia de la revolución norteamericana o de la revolución Francesa o de la cesación de autoridad portuguesa en el Brasil, fue una revolución completa, de carácter social, y económico además de político.’


El Plan de Operaciones de Moreno, el programa de Mayo


Ambas emancipaciones,a un cuando parciales e incompletas, fueron logradas luego de dieciséis años de durísima Revolución y Guerra de la Independencia , obtenidas pese a la atroz represión española desatada desde el comienzo. Represión que tiene cifras muy concretas: doscientos mil paisanos indios asesinados luego de la derrota de Túpac Amaru en 1781, doscientos criollos ahorcados y torturados en la Paz en 1809, tres mil quinientos prisioneros torturados y muertos de nuestras tropas revolucionarias en la fortaleza de El Callao entre 1809 y 1821, cinco millones de paisanos indígenas asesinados por el terror español y católico en México sólo entre 1810 y 1815 (según relatara Bolívar), medio millón de paisanos mayoritariamente indígenas asesinados en el Perú y el Alto Perú entre 1809 y 1824 y cientos de miles con igual suerte en Colombia, Venezuela, Ecuador y Chile, como represalia por desafiar al poder del Rey y de la Iglesia. Esta simple enumeración, en la cual queda claro que hubo pocos muertos producidos en el actual territorio argentino, tal vez bastaría para entender la justeza y brillantez –según lo señalaron sus propios enemigos y los Patriotas del resto de América, entre mayo de 1810 y junio de 1811- de la política aplicada por Moreno, Castelli y Belgrano en dicho período que nos diera la Libertad. Pese a ser derrotados finalmente en lo político, lograron sin embargo, destrozar a la contrarrevolución española y acabar con el absolutismo casi de un solo golpe. Así Moreno pudo decir en carta a Belgrano: ‘podrán derrotarme, podrán matarme, pero la revolución que hemos hecho ya no podrán volverla atrás.’ Y mal que le pese a Feinmann, tuvo razón: nada fue igual después de Mayo de 1810, a tal punto que la rebelión de masas iniciada se extendería hasta la batalla de Cerro Corá y concomitantes las rebeliones de Felipe Varela, López Jordán, Aparicio Saravia y su similares de Bolivia y Perú, ya en el último tramo del siglo XIX. Y si seguimos la línea que propone José Pablo, continúan apenas unos años más tarde, en el México insurgente de Villa y Zapata. Moreno también tenía claro la magnitud del desafío emprendido y la atroz represión española que se abatiría sobre ellos si eran derrotados: ‘o ellos o nosotros. No hay alternativa’, señaló cuando entregó a Castelli, la orden de fusilar a Liniers y demás contrarrevolucionarios. En esa política firme, verdaderamente revolucionaria, de ‘machacar, machacar y machacar’ sobre caliente, pues como enseñó Lenin (a quien obviamente ni Castelli ni Moreno pudieron leer) ‘el momento en que se toma el poder es el de mayor debilidad de toda revolución’. Lenin también nos recordaba el consejo de Engels de que ‘nada es más autoritario que una revolución’, cosa que parece que el núcleo duro de nuestra Revolución sabía de antemano, no por leer a Engels casualmente, sino en base al horror y la sangre derramada en tres siglos de atroz dominio hispano. De allí la necesidad de la dureza contra el enemigo en esos momentos del alumbramiento. El Plan expresaba el pensamiento político, económico, social y militar de la Logia del Plata, dirigida por Castelli, expresión del núcleo más duro de la Logia Continental comandada por Miranda. Pensamiento expresando el programa que Castelli, Belgrano, Moreno, French, Rodríguez Peña, Vieytes, y luego San Martín, Artigas, Güemes, Dorrego, Bolívar y Monteagudo, entre muchos otros, llevarían adelante.


Buenos Aires-Tucumán: Territorio Libre de América


En el duro, sorpresivo y sin contemplaciones accionar, del núcleo duro de la Revolución de Mayo, radica la razón por la cual el territorio comprendido entre Buenos Aires y Tucumán nunca pudo ser recuperado jamás por los realistas, cosa contraria a la ocurrida en todo el resto del continente, desde México hasta Santiago de Chile y parte del territorio Oriental. (Al margen, esa también es la razón por la cual no existe revisionismo hispano-católico en el resto de América: a nadie, a excepción de la Iglesia católica y las minorías blanco-oligárquicas se le ocurriría reivindicar la dominación española, como ocurre en la Argentina). Y ese accionar revolucionario firme, decidido, anticipatorio y liquidador del enemigo, es el hecho determinante de que los ejércitos libertadores partieran de Buenos Aires, Tucumán o Cuyo y no de otra parte. Y tiene razones muy claras: los fusilamientos de Cabeza de Tigre y de Potosí que descabezaron a la contrarrevolución realista; la expulsión mediante el terror revolucionario del ex Virrey Cisneros y de la Real Audiencia , sin miramientos, sin escalas y sin aviso previo con destino directo a las Islas Canarias; la liquidación por envenenamiento del obispo Lué; el escarmiento físico a los realistas que osaron enfrentar a la Junta ; el destierro y expopiación de los españoles realistas (los Godos), los triunfos militares de Suipacha (cumpliendo expresas instrucciones de Moreno), Las Piedras y la Florida ; la incorporación de Artigas como jefe de la insurrección plebeya de la Banda Oriental , según propone con todas las letras Moreno en su Plan, cuestión que ignora Feinmann. A estas acciones decisivas, y que abarcan un período histórico de éxitos y triunfos de consolidación revolucionaria, mucho más extenso que los cuarenta y nueve días de la Primavera Camporista –proceso que saludamos y reivindicamos, pero que es incomparable con los seis o doce meses del accionar de Moreno, Castelli, o los diez años de Belgrano, aun cuando se le parezca, pues como nos ha pasado en todo renacimiento de la Patria , el proceso vuelve siempre a Moreno, pues es lo inconcluso, la asignatura pendiente de Nuestramérica- a estas acciones debe agregarse decíamos, la rigurosa aplicación del Plan de Operaciones -aprobado por unanimidad por la Primera Junta el 31 de agosto de 1810 y propuesto sugestivamente por Manuel Belgrano el 15 de julio- hasta diciembre de 1810 por la Primera Junta , hasta junio de 1811 por Castelli en el Alto Perú y por Belgrano en Paraguay, las Misiones, la Banda Oriental y luego en Jujuy, Salta y Tucumán hasta 1814. ¿O es qué hay algo mas draconiano y morenista que el Éxodo Jujeño? Allí, Belgrano –el ‘soldadito improvisado’-, dictaminó que quien no marchara con el ejército Libertador a Tucumán ‘sería expropiado y pasado por las armas’. ¿Improvisado? ¿Vanguardista?


El Plan de Operaciones y la gesta Emancipadora


No sólo los ejércitos libertadores partieron del Plata, el Congreso de Tucumán no proclamó -como miente Mitre y repiten algunos ‘revisionistas’- la ‘Independencia de las Provincias Unidas del Río de La Plata’. Sí, proclamó la ‘Independencia de las Provincias Unidas en Sud América’ –nombre suprimido en la Reforma Constitucional de 1862, posterior a Pavón, por Mitre ya que, ‘nosotros no somos americanos sino europeos en América’, pensamiento mitrista-sarmientino, contrario al de Moreno, Castelli, Belgrano y San Martín-, y esta proclama americanista fue así, pues en 1816, el único territorio libre del continente -gracias a las medidas revolucionarias y draconianas de Moreno, Castelli y Belgrano- era el comprendido entre Buenos Aires y Tucumán, incluyendo a la Banda Oriental , claro está. De tal forma como ocurriría con Chile, el gobierno surgido de aquel Congreso podía dar ayuda y reconocer a todo gobierno revolucionario que surgiera en el continente. Para dar mayor encarnadura americana a lo allí aprobado, el Director Supremo no lo era de las Provincias Unidas del Plata sino de las mismas, pero de Sud América. Así rezaba el sello directorial de Pueyrredón e incluso el de Rondeau. Mas aun, el programa del Congreso de Tucumán, fue el de la emancipación de América por medio de la construcción del Ejército multinacional de los Andes, comandado por el Libertador San Martín, sucedáneo del de Castelli traicionado en Huaqui. Cabe aclarar que San Martín para construir el Ejército Libertador Americano, aplicó a rajatabla el plan de Moreno, amén de haber heredado los restos y los cuadros de la Logia castelliana. Completando su obra emancipatoria y americanista, el Congreso de Tucumán, no sólo proclamó la Independencia de América, y dictó el ‘Plan de Operaciones del Ejército Libertador’ (Pérez Amuchastegui dixit), siguiendo en los lineamientos continentales trazados por Bolívar unos meses antes en la Carta de Jamaica, sino que a propuesta de Belgrano –el único sobreviviente del trío fundacional tupamaro-jacobino- aprobó el 5 de julio de 1816, por mayoría, la propuesta de la Monarquía Constitucional Incaica, con el Inca Juan Bautista Túpac Amaru –hermano menor de nuestro padre Túpac Amaru y prisionero desde 1781 en España- como monarca de un estado americano único, con ‘capital en el Cuzco’. Es decir, ante el cambio de la situación mundial por la derrota de Napoléon en Waterloo –y con él de la Revolución Francesa- y el surgimiento de la tenebrosa Santa Alianza que se proponía restablecer el absolutismo monárquico y religioso, y recuperar América para España, Belgrano –principal cuadro político de la Revolución , junto a Castelli- retomaba la propuesta original de Miranda de 1790, respecto de una Monarquía Constitucional Incaica, que unía ambas corrientes revolucionarias: la india o indiana y la de la burguesía criolla. De allí, que sino se entiende el componente Indio de la Revolución , no se entiende la revolución en Sur América, y por eso Feinamnn derrapa en la interpretación de una revolución burguesa que en realidad es Tupamara-criolla, de allí que al no haber burguesía Feinamnn concluye al igual que Horowicz (El país que estalló, Sudamericana, 2004), ‘que no hubo Revolución en 1810’. Es decir, si la realidad no coincide con mi teoría, la equivocada no es mi teoría sino la realidad. Tamaña negación de la realidad. La derrota reiterada -en casi sesenta años de guerra civil entre revolución-contrarrevolución (plantear la dicotomía Interior-Buenos Aires o Federales-Unitarios entre 1810-1820, es un despropósito ya que la contradicción principal radica en el eje Revolución-contrarrevolución), en sus distintas expresiones- de la Revolución no implica su no existencia, en todo caso la deja inconclusa, que es la tarea a realizar por todos los argentinos-americanos desde la muerte de Moreno, y que es en lo que hemos estado y estamos.


El eterno recomenzar de Moreno y la Patria Americana soñada


La Monarquía Incaica era una propuesta absolutamente revolucionaria que nos hubiera dado una nación Suramericana unida y con ‘nuestros paisanos los indios’ como ciudadanos iguales al resto y como verdadero sujeto revolucionario, ya que ellos eran el sujeto a organizar y sublevar para Castelli, Belgrano y Moreno y no la ‘burguesía inexistente’ como ellos mismos escribieron. Las masas indígenas constituían las cuatro quintas partes de la población americana. ¿Qué otro sujeto revolucionario habría? Si constituían la mayoría de la población y estaban esclavizados por encomenderos, mitayos, yanaconas, ingenios, y propietarios españoles y criollos en general, el sujeto revolucionario debían ser las masas indias. A su vez el Estado centralizador debía reemplazar a la burguesía inexistente en el control y organización de la economía. ¿Es tan difícil de entender eso? Moreno fue absolutamente claro en el Plan, “Se verá que una cantidad de doscientos o trescientos millones de pesos, puestos en el centro del Estado para la fomentación de las artes, agricultura, navegación, etc., producirá en pocos años un continente laborioso, instruido y virtuoso, sin necesidad de buscar exteriormente nada de lo que necesite para la conservación de sus habitantes, no hablando de aquellas manufacturas que, siendo como un vicio corrompido, son de un lujo excesivo e inútil, que debe evitarse principalmente porque son extranjeras y se venden a más oro de lo que pesan.’(2) La virtud de Moreno, Castelli y Belgrano es casualmente que lo comprendieron en 1810. Por el contrario ni Busaniche ni Milcíades Peña, pudieron entenderlo en 1960. Pero R. Puiggrós, Boleslao Lewin, Julio César Chávez, A. J. Pérez Amuchástegui, F. Pigna y hasta Ernesto Palacio sí entendieron perfectamente de qué se trataba. Y la mayoría de ellos –no Palacio casualmente- lo comprendieron en su dimensión americana y no provinciana como es el caso de la mayoría de nuestros historiadores, sean ellos mitristas o hispano-católicos. Eso es lo que Feinmann no omprende y por eso tampoco se percata, que el mayor morenista-castelliano de nuestra historia, después de San Martín, el que estuvo más cerca de cumplir el Plan de Operaciones, haciéndose el boludo, sin nombrarlo, mirando para otro lado -como buen jefe Tehuelche- aliándose a la Iglesia –enemigo jurado de Moreno, Castelli, Belgrano y la Revolución como reconoce F. M. Esquiú-, aliado con los hispano-católicos para disimular, fue el General Perón. Perón aplicó el Plan de Moreno a rajatabla –con su dosis de terror incluido- y en cinco años puso a la Argentina en el tercer o cuarto lugar del mundo y a la cabeza de la América Latina , a la que se propuso unir, como indica el Plan, a través de su propuesta de unidad política con Brasil y Chile y su propuesta de Ciudadanía Latinoamericana y su ayuda a todas las revoluciones del continente. El Plan era la razón de la Revolución , y la razón por la que Moreno se anticipa casi cien años a las ideas que luego expondrían Lenin y Trotzky (también Marx y Engels desde 1848) sobre la construcción de la modernidad en los países coloniales, sin burguesía nacional. Eso mismo hará Gaspar Rodríguez de Francia en el Paraguay con los resultados conocidos. Volviendo a la propuesta belgraniana del ‘Rey Inca’ en 1816, apoyada por San Martín y Güemes, implica que el primero de nuestros libertadores, no abandonó en ningún momento la propuesta fundacional y revolucionaria de la Logia Independencia presidida por Castelli y esbozada en el Plan, ya en los tiempos de la Logia Lautaro (nombre que por sí sólo debería hacer pensar en el carácter indiano de los revolucionarios). Es mas, esa propuesta de haber sido aprobada pese a ser ‘monárquica’, habría sido imposible de ser rechazada por Artigas que dirigía la mitad de territorio nacional, y cuyas tropas estaban compuestas mayoritariamente por paisanos indígenas.

La maldición del Plan de Moreno


Moreno sería el primero de una larga lista de mártires y desterrados que intentaron llevar adelante el programa de la revolución continental expresado en el Plan de Operaciones que lleva su firma. Además de Moreno (asesinado por el capitán de un barco británico, mientras partía rumbo a Londres en un intento por reconstruir con apoyo de la Logia continental, el rumbo revolucionario del Plata, derrotado transitoriamente por la alianza de Saavedra, el Deán Funes, Viamonte y Martín Rodríguez) integran esa lista otros insignes patriotas que fueron derrotados por la alianza de las oligarquías locales, la Iglesia y los intereses británicos, al intentar llevar adelante los elementos principales del Plan, a saber: un Estado Nacional fuerte controlando la economía con una dura política de expropiaciones y proteccionismo económico; una única nación continental en una sola nación confederada de carácter Sur-americano desde México hasta el Cabo de Hornos y una profunda igualdad racial, étnica y de castas, liberando al indio, devolviéndoles sus derechos y culturas y suprimiendo la esclavitud de los afroamericanos, tal cual había proclamado ya Túpac Amaru en 1780. En la lista de asesinados por intentar aplicar el Plan de Operaciones además de Moreno podemos incluir a Manuel Ascencio Padilla, a Martín Miguel de Güemes, a Bernardo de Monteagudo, a Antonio José de Sucre, a Manuel Dorrego, y según todo parece indicar al mismo Libertador Simón Bolívar, muerto en extrañas circunstancias luego del Congreso Continental de Panamá y cuando era evidente que se aprestaba a invadir el Brasil (cabeza de la Santa Alianza en América), junto con Dorrego y el general San Martín al frente de las tropas del Plata, que para dicho efecto retornó al continente en 1829 con pasaporte falso a nombre de José Matorras (apellido de su supuesta madre española). Un último asesinado por continuar la aplicación del Plan, fue el Mariscal Francisco Solano López, quien profundizó la aplicación tajante del Plan de Moreno que había realizado el fundador del Paraguay y miembro de la Logia masónica continental, el Dr. Gaspar Rodríguez de Francia -compañero y amigo de Juan José Castelli, el jefe (Venerable, según los grados masónicos, título que luego ostentaría San Martín) de la Logia platense. Podría incluirse en esta lista a Juan Facundo Quiroga y al Chacho Peñaloza, con algunas disidencias. Entre los patriotas desterrados o expatriados por llevar adelante el Plan de Moreno, podemos encontrar, a Juan José Castelli traicionado en Huaqui (Desaguadero) por Viamonte y demás saavedristas, al Libertador Don José de San Martín, al Protector de los Pueblos Libres don José Gervasio de Artigas (‘argentino, de la Banda Oriental’ según expresó en su testamento) (en su honor San Martín tomó el título de Protector del Perú), al Libertador Bernardo O’ Higgins, a la tenienta coronela del Ejército Auxiliar del Perú Doña Juana Azurduy de Padilla, a Domingo French, al primero de nuestros Libertadores el general Manuel Belgrano, quine luego de la derrota de Moreno y Castelli, fue exiliado por cuanto destino hubiera lejos del poder central y abandonado luego con un ejército harapiento en Tucumán, hasta la víspera de su muerte. Debemos sumar también a Felipe Varela, quien luchaba a nombre de la Gran Unión Americana, que se oponía a la Guerra del Paraguay y a las invasiones europeas concomitantes, retomando la senda de la unidad continental en la segunda mitad del siglo XIX. Feinmann parece desconocer que Artigas aplicó el Plan en la Banda Oriental y en la Confederación de los Pueblos Libres. Como dijimos San Martín lo aplicó en Cuyo, sin lo cual habría sido imposible crear de la nada el Ejército de los Andes, construido en base a expropiaciones de toda la burguesía goda y criolla y en base a una política de Capitalismo de Estado absolutamente centralizada y draconiana, razón por la cual no se estudia y se desconoce, la política de gobierno de San Martín en Cuyo. La misma política aplicó O’Higins en Chile en sus años de gobierno y es la razón por la que pudo financiar la expedición Libertadora al Perú, pese a la negación de auxilio y participación, de la burguesía agraria y comercial porteña, que se opuso a la liberación del Perú, reclamando por le contrario la ‘devolución a Buenos Aires’ del Regimiento de Granaderos a Caballo. Glorioso Éjercito que sería disuelto de manera vergonzosa, luego de Ayacucho, a su regreso a Buenos Aires, cuando los sobrevivientes de los que habían partido en 1817, señalaran ‘ya no quedan armas españolas en América que amenacen nuestra libertad’. Sin embargo a la burguesía comercial y terrateniente bonaerense-porteña eso ya no le importaba, el camino de Moreno había sido reemplazado por el de Rivadavia-Rosas. O´Higgins también sería derrocado y exiliado por esta política. Luego San Martín con Monteagudo y Tomás Guido –el compañero de viaje final de Moreno en 1811- aplicarían el Plan en el Perú y por último como ya dijimos Gaspar Rodríguez de Francia aplicará a rajatabla el Plan entre 1812 y 1840 en el Paraguay, transformando a la nación guaraní, pese al bloqueo de la aduana porteña, en la más avanzada de las naciones hispanoamericanas. Plan que sería profundizado por los Mariscales Antonio y Francisco Solano López, quienes ubicarían un Paraguay a la cabeza de las naciones hispanoamericanas al combinar la política de capitalismo de Estado, de monopolio estatal de la tierra y proteccionismo económico propuestos por el Plan, junto a la obtención del intercambio comercial libre con el resto del mundo que produjo la caída de Rosas y la ruptura del monopolio de la aduana porteña por sobre las provincias y naciones del Litoral. Solano López pagaría con su vida, el genocidio de su pueblo y la soberanía de su país, el atrevimiento de haber llevado hasta el final las ideas esbozadas por Moreno, Castelli y Belgrano en el Plan que Feinmann califica de ‘utopía’ inaplicable.

De Castelli y Moreno a Firmenich y Perdía


Si bien el proceso histórico es un eterno recomenzar, y como toda cuestión inconclusa, nuestra historia vuelve siempre a Moreno, Castelli, Belgrano y su Plan, comparar a dos revolucionarios descomunales y fundadores de la nación que habitamos, con dos representantes de los servicios de inteligencia del enemigo –el señor Perdía fue miembro del gabinete político del Señor de Anillaco desde 1989 hasta 1999, además de las ‘cositas’ que hizo cuando era ‘comandante’ montonero-, que supieron llevar al proceso abierto en 1969 a la catástrofe de 1976, nos parece un desaguisado. Si bien es útil y provocador comparar ambos procesos. Por supuesto que no pensamos lo mismo de Walsh, Quieto, Santucho, Osatinsky y el Tucho Valenzuela por ejemplo, mas allá de sus errores, en algunos casos descomunales, como es el caso de Santucho. Comparar al ERP, que no llegó a tener setenta hombres alzados en Tuumán, con Castelli que, doscientos años antes, comandó un ejército de 7.000 hombres dispuestos a liberar América y que perdieron por un pelito y la traición saavedrista, nos parece un verdadero disparate. Sería bueno recordar respecto de la visión que sobre el pasado tenían nuestros compañeros de los Setenta, un par de reflexiones de dos de sus protagonistas. Una de Rodolfo Walsh y otra de Pedro Cazes Camarero. Decía Walsh, cuando percibió que la conducción montonera había perdido la brújula y llevaba al movimiento al desastre. ‘Hay dos fallas del pensamiento de izquierda en las que recae, a mi juicio, el pensamiento montonero, cuando analiza su problema central, que es la toma del poder. Una privilegia las lecciones de la historia en que la clase obrera toma el poder y desdeña aquellas otras en que el poder es tomado por la aristocracia, por la burguesía. Ni Marx ni Lenin procedieron así. Ambos dieron a la toma del poder por otras clases un carácter ejemplar. La segunda falla deriva de la primera y remite al punto de partida, a saber la ahistoricidad de nuestro pensamiento. Puesto que las lecciones de historia en las que la clase obrera toma el poder se dan solamente a partir de 1917, y solamente en otros países, ese es el nivel cero donde empieza nuestro análisis. Un oficial montonero conoce, en general, cómo Lenin y Trotsky se adueñan de San Petersburgo en 1917, pero ignora cómo Martín Rodríguez y Rosas se apoderan de Buenos Aires en 1821. La toma del poder en la Argentina debería ser, sin embargo, nuestro principal tema de estudio, cómo fue de aquellas clases y aquellos hombres que efectivamente lo tomaron. Perón desconocía a Marx y Lenin, pero conocía muy bien a Yrigoyen, Roca y Rosas, cada uno de los cuales estudió a fondo a sus predecesores.’ Walsh entendía perfectamente cómo para actuar en el presente había que conocer el pasado de lo que se quiere transformar, pues como nos enseñó Gramsci ‘la historia concreta de un pueblo es el sustrato material de la lucha de clases, y se hace necesario conocerla a fondo para poder incidir en ella’. Pedro Cazes Camarero sobreviviente de la conducción del PRT-ERP, contó una anécdota en la presentación de uno de mis libros sobre los años Setenta, que nos permite entender con mayor precisión las causas de la derrota del proceso que en algún momento llevó a ‘Cámpora al gobierno y a Perón al poder’. ‘Nosotros veníamos de las luchas de la Resistencia y no terminábamos de sumarnos al Peronismo tal cual era, buscábamos algo mejor, superador. Entonces estudiamos el proceso cubano, el chino el argelino y el vietnamita y nos enamoramos del proceso vietnamita. Entonces averiguamos qué habían hecho los vietnamitas para tener una inserción tan profunda en la sociedad vietnamita, y descubrimos que todos los dirigentes del PTV habían estudiado a fondo y en detalle la historia de Viet Nam, por lo tanto decidimos que había que poner a todo el Partido a estudiar.... la historia de Viet Nam.’ Cabe aclarar que tanto los vietnamitas, como los soviéticos, los yugoeslavos de Tito, los maquis franceses y muchos otros ejércitos y movimientos revolucionarios del mundo estudiaron con detalle el accionar de la guerra montonera del Alto Perú organizada primero por Castelli, Arenales, Ascencio Padilla, Juana Azurduy, luego por San Martín y Güemes y finalmente comandada por mas de 110 jefes indios y gauchos, que permitió que todo el territorio boliviano se mantuviera alzado en armas casi quince años, logrando detener más de cincuenta invasiones a nuestro territorio, permitiendo que San Martín pudiera organizar con tranquilidad el Ejército de los Andes en Mendoza. Es decir el mundo entero estudió lo que Moreno, Castelli, Belgrano y sus seguidores habían organizado para derrotar a España, pero nuestros revolucionarios de los Setenta lo ignoraron. Por último nos parece un serio error señalar que o ‘hay balas o hay masas y política’. Eso no es lo que dice la historia, la historia enseña por el contrario que cuando las balas y las masas se juntan las cosas cambian. ¿O qué hicieron acaso San Martín, Belgrano, Castelli, Ho Chi Minh, Fidel o Mao? ¿No hicieron política con las balas acaso y balas con la política? No hace mucho tiempo que tenemos la posibilidad de manifestarnos democráticamente, ni tampoco sabemos cuanto tiempo va a durar, si pensamos que 1976 fue el ‘Pavón del siglo XX’, y nos correspondió el genocidio disciplinador correspondiente, hasta que el poder dominante blanco-criollo-multinacional vuelva a estar nuevamente amenazado. Pensemos que Mayo fue en 1810 y la primera elección democrática (para la mitad del padrón nada más, pues las mujeres no votaban) fue en 1916, por lo cual pedirle a Moreno y Castelli que se abstuvieran de armar ejércitos para enfrentar al principal imperio colonial de entonces, suena poco menos que a burla. Por otro lado, los señores que cortaron las rutas el año pasado, no derrocaron al gobierno no porque ‘no quisieron’ como dice Feinmann, sino porque el 25 de marzo de 2008 a la noche, un grupo muy chico de argentinos y argentinas pusimos lo que había que poner para impedir que los gorilas derrocaran al gobierno y lo repetimos varias veces mas, ya con muchos más, para impedírselo. No le quede duda amigo Feinmann que si la SRA y CRA hubieran podido llevarse puesto al gobierno de nuestra Presidenta lo hubieran hecho. Fue la astucia de Kirchner de haberse quedado con el PJ, aunque a muchos no le gustara, lo que lo impidió. Por último para terminar, apelaré a la dignidad de Nicolás Rodríguez Peña, quien acompañó a Castelli, a Belgrano, a San Martín y también estuvo desde el comienzo hasta el final del proceso, quien en 1840 salió a defender a sus compañeros de Revolución de la injuria de que eran objeto por la burguesía terrateniente en el poder y que de ninguna manera quería opir hablar de Revolución. Dejaremos que él explique el supuesto vanguardismo y crueldad de Moreno y Castelli: ‘Castelli no era feroz ni cruel. Castelli obraba así porque a ello estábamos comprometidos todos. Cualquier otro, debiéndole a la patria lo que nos habíamos comprometido a darle habría obrado como él. Lo habíamos jurado todos, y hombres de nuestro temple no podían echarse atrás. Repróchennoslo ustedes, que no han pasado pro las mismas necesidades, ni han tenido que obrar en el mismo terreno. ¡Qué fuimos crueles! ¡vaya con el cargo! ;Mientras tanto, ahí tienen ustedes una patria que no está ya en compromiso de serlo.(...) Arrojénnos la culpa al rostro y gozen los resultados. ¡Ahí tenéis la patria! Nosotros seremos los verdugos, sean ustedes los hombres libres.’
Como reflexión final cabe pensar que nuestra desgracia no residió en la ‘ausencia de Revolución’ sino en la muerte prematura de su dos jefes mas brillantes. La muerte de Moreno y Castelli fue una catástrofe para la revolución de la que no pudimos reponernos, tal como señala Julio C,. Chávez. Sería bueno pensar qué habría pasado en Rusia si Lenin y Trotzky hubieran muerto en 1918, o si Fidel y el Che hubieran muerto al desembarcar con el Gramma, o si Mao y Chou En Lai hubieran muerto al principio de la Larga Marcha o Ho Chi Minh y Giap hubieran sido asesinados por los japoneses, al comienzo de la Revolución vietnamita. ¿Habrían podido dichos pueblos llegar a los resultados que llegaron? Sin dudas es hora de repensar Mayo en las coordenadas históricas que nos corresponden y verla en toda su dimensión, como una gran revolución continental, americanista, independista, indiana, tupamara y libertaria de la cual descendemos y a la cual debemos completar como nos propusiera Deodoro Roca en el Manifiesto Liminar o como intentara Juan Perón en la construcción de una Patria americana, justa libre y soberana, que no otra cosa propone el Plan de Operaciones de Moreno, Castelli y Belgrano, benditos sean.

Al amigo Ño Fernando
Vaya que lo llama un buey
Porque los Tupamaros
No queremos tener Rey
(Copla anónima de los ejércitos de Castelli, Belgrano y Güemes)

(1)www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/contratapa/13-125499-2009-05-24.html

(2) Partes del Plan de Moreno citados por Feinmann J. P., en el artículo citado

*Director del Instituto de Estudios de la Central de Movimientos Populares (CMP)