domingo, 19 de julio de 2009

CONSEJO ECONOMICO SOCIAL


por Ariel Pascielli


Con permiso voy a entrar
aunque no soy invitado
pero en mi tierra el asado
es de todos, no es de naides
Atahualpa Yupanqui


Introducción

Las ideas que estoy tratando de volcar en este escrito, se basan en el trabajo sobre el mismo tema que nos hiciera llegar el compañero Jorge Rachid, y pretenden que la convocatoria del Gobierno Nacional a la constitución de un Consejo Económico Social, aparentemente impulsado sobre la base de un organismo similar existente en España, no sea el reflejo en Argentina de su similar español, surgido con impulso gubernamental, luego de la visita de Cristina Kirchner a ese país, y que, aparentemente, podría tener la impronta de entidades similares que existieron en Argentina.

Situación política, económica y social

España es una Monarquía en la cual el Rey tiene una presencia fuerte, ya sea en lo formal como figura de salvaguarda del régimen de gobierno, en lo informal y subliminalmente por la presencia que le confiere el imaginario popular y como introductor e impulsor de negocios a favor de la presencia del establishment español en el plano local y en el ámbito internacional, como Jefe de Estado, y el Gobierno cuyos asuntos son atendido por la figura de un Presidente elegido por el voto popular.

En este plano, alternan en el Gobierno, el Partido Socialista Obrero Español y el Partido Popular, como las dos organizaciones de mayor presencia política que han prácticamente conferido al sistema calidad de bipartidista, pese a la presencia de fuerza locales de menor envergadura y otras que, además, gobiernan algunas comunidades.

Los empresarios tienen una organización gremial poderosa que los agrupa y los trabajadores dos centrales: Confederación General del Trabajo y Comisiones Obreras que, estratégicamente, actúan en consuno la mayoría de las veces. La tercera pata de la mesa es el Estado.

Este esquema general es el resultado actual de lo que inició el famoso Pacto de la Moncloa, que garantiza el funcionamiento del Estado español como una sociedad abrazada al sistema capitalista imperante, donde nadie, o casi nadie, saca los pies del plato.

Argentina es un país arrasado por el neoliberalismo, con una gran dispersión en la presencia política por la existencia de muchas corrientes de acción, cuya diáspora está latente en forma permanente; con agrupaciones gremiales empresarias dispersas por la defensa de intereses sectoriales y donde se mezclan poderosos con medianos y pequeños; con una Central sindical que alienta el policlasismo y que no ha mostrado ningún interés efectivo por implementar acciones a favor de los trabajadores que dice representar ó de políticas de corto, mediano y largo plazo para terminar con la injusticia social en Argentina; con otra Central sindical, sin personería gremial que le permita actuar abiertamente como tal dentro del sistema, aunque conservando valores y reivindicaciones que la pueda acercar más a los intereses que representa. Estas dos centrales en conjunto no llegan a representar el 30% de todos los trabajadores potenciales del país, estén estos en actividad formal o informal o desocupados.

Un país que fue orientado a partir del Consenso de Washington, a ser productor de comodities, explotando la riqueza primaria y destruyendo todo atisbo de producción industrial, con preponderancia de prestaciones de servicio en manos de multinacionales, con altos índices de desocupación, con altísimo porcentaje de marginados y ciudadanos viviendo por debajo de los límites de la pobreza y la indigencia y con un alto grado de especulación financiera atada a los vaivenes de la globalización ultraliberal.

Frente a este panorama, se está proponiendo la constitución del Consejo Económico y Social, invitando a las entidades agrarias con intereses concentrados y al servicio de los negocios de poderosas empresas multinacionales y donde conviven medianas y pequeñas empresas o productores; se convocará a centrales empresarias donde convergen empresas multinacionales, empresas nacionales grandes y donde, por diversas razones, también coexisten pequeñas y medianas empresas de producción y servicios.

El Estado estaría presente a partir de los funcionarios del gobierno de turno que puede tener diferentes concepciones de construcción y mantenimiento de una sociedad capitalista.

El peligro de este tipo de construcciones es que siempre van a tratar de imponer un sistema de relación económico y social que beneficie a los poderosos de turno, perjudicando los verdaderos intereses del pueblo.

Vale decir: más de lo mismo.

Propuesta:

A continuación, enumeramos algunas propuestas para ser consideradas, modificadas, ampliadas o, simplemente, dejadas de lado:


1. La participación debe ser igualitaria para todos los sectores


2. Los sectores deberán estar representados por rama de producción y por tamaño de las empresas que conformen la representación gremial, de acuerdo a una escala que se establecerá


3. Los sectores sindicales serán representados por las Centrales Sindicales que actúen públicamente como tales en el país, tengan o no personería gremial


4. Lo sectores de la pequeña y mediana empresa agropecuaria serán representados por los movimientos que los agrupe y que hayan actuado públicamente en el país y que sean reconocidos como tales por la Subsecretaría de Agricultura Familiar


5. Los Movimientos Sociales, que involucran tácitamente al 70% del pueblo trabajador, activo o pasivo, informal o desocupado


6. Las entidades de la cultura, la ciencia y la tecnología por su aporte a la construcción de un nuevo país


Definiciones:

“Bajo el manto del tráfico ideológico de la modernidad y la globalización, se ha desarrollado un concepto cultural en el que abrevaron no menos de dos generaciones de argentinos, basado en el consumismo, el individualismo, y el éxito para hoy sin tener en cuenta un mañana posible.

“La construcción de un modelo político y social diferente es crucial como etapa superadora. Solamente la organización del pueblo y el fortalecimiento de sus demandas históricas y reivindicativas de justicia social, independencia económica y soberanía política, pueden lograr este objetivo para instalar fuertemente a la Argentina en la Patria Grande Latinoamericana, hoy transitando caminos de consolidación y desarrollo.

“Hay una realidad dolorosa a la cual se le debe dar respuesta inmediata y, al mismo tiempo, abrir el camino para un futuro a través de un proyecto estratégico de construcción comunitaria con una planificación clara y permanentemente monitoreada, incluyente, participativa del conjunto de los sectores sociales para mejorar situaciones críticas a través de una acción inmediata.

“Se requieren organizaciones del pueblo para que existan políticas sociales al corto, mediano y largo plazo, con ejes claros que permitan a los sectores populares sentirse protagonista de los cambios y no meros receptores.

Sin esas premisa no existen políticas a largo plazo, por cuanto los objetivos a definir deben ser construido claramente desde las bases, compartidos, discutidos y protagonizados para que los sean de corte estructural, modificatorios de situaciones existentes y no paliativos de coyunturas.

“Sin un acompañamiento orgánico, con presencia y lucha cultural que marque los paradigmas, estarán divorciadas las acciones y propuestas de los dirigentes de las verdaderas necesidades y demandas del pueblo.

Por eso, en un organismo supraestatal como debe ser el Consejo Económico Social, deben estar presentes los movimientos sociales para discutir políticamente el país que se pretende y la sociedad que se debe construir con acciones de inmediata atención y con la planificación del corto y mediano plaza.

Para que se discuta lo que involucra a todos, teniendo en cuenta la referencia al maestro Ata, “porque en mi tierra el asado es de todos y no de naides”

Los Movimientos Populares, con su estructura territorial debe forzar su presencia en el Consejo Económico y Social para discutir acciones políticas que la lleven a ser la herramienta popular que represente los intereses de las mayorías argentinas, íntimamente entroncada con el pensamiento y acción de otros pueblos de la Patria Grande Latinoamericana.



Con permiso voy a entrar
aunque no soy invitado
pero en mi tierra el asado
es de todos, no es de naides
Atahualpa Yupanqui

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